Vitoria. Donostia comenzó este lunes a multar a los ciclistas que incumplan la normativa. Con sanciones que van de los 50 a los 200 euros en función de su gravedad. La noticia ha generado interés en colectivos como Bizikleteorak, aunque la asociación de ciclistas urbanos advierte de que, con la actual ordenanza en la mano, Vitoria también podría imponer ya sanciones, como explica uno de sus portavoces, Rubén Rodríguez: "Sin ir más lejos, la semana pasada se multó a un ciclista con 200 euros por saltarse a un semáforo". "La bici al final es un vehículo, y quizá hay gente que no tiene en cuenta las normas, por desconocimiento o porque directamente se las saltan", apunta. Y cree que los ciudadanos se quedan más con estos casos que con los ciclistas respetuosos.
El colectivo apuesta, ante todo, por la formación. Porque todavía considera que hay muchos usuarios que emplean la bici para desplazarse y piensan como peatones. De ahí que, durante la tramitación del nuevo servicio de bicicleta pública de Vitoria -ahora en el aire por diferencias con la financiación entre el Ayuntamiento y el Gobierno Vasco-, desde Bizikleteroak solicitaran más medidas educativas. O, por ejemplo, que a los jóvenes infractores, siguiendo el estilo -aunque salvando las distancias- de programas de drogodependencias, se les diera a elegir entre atender a cursos de concienciación o pagar una multa.
Porque Bizikleteroak tampoco ha evitado nunca la posibilidad de que se sancione a los ciclistas que incumplen las normas de circulación. Otra cuestión es que también crean que ese tipo de sanciones también podrían imponerse a los peatones y no se hace.
Este debate ha vuelto a surgir ahora con las nuevas medidas implantadas en San Sebastián, con evidentes paralelismos a las que ya se implantan en Vitoria. El Ayuntamiento de la capital guipuzcoana anunció en marzo de 2011 la puesta en marcha de una campaña de concienciación para mejorar la convivencia entre peatones, conductores y ciclistas urbanos. Después de varias iniciativas de este tipo entre el Departamento de Movilidad y la Guardia Municipal, se dio un paso más, y se publicitaron las sanciones. Como 200 euros por circular con auriculares o hablar por el móvil, 50 euros por falta de iluminación y timbre, o 50 por circular por la acera.
Aquí la diferencia clave es que en Donostia no se permitía -aunque se dejaba- circular por la acera, y en Vitoria sí. Pero el proceso tiene muchas similitudes con el que afronta la capital alavesa, donde el gabinete Maroto anunció una campaña similar, que está previsto que se desarrolle durante la primera quincena de junio: monitores y policías explicarán a pie de calle las normas.
Otra cuestión es si, en la preparación de la ordenanza sobre la bici, se incluyen sanciones. Desde el equipo de gobierno gasteiztarra insisten en continuar con la labor de concienciación. Desde la asociación de ciclistas urbanos reiteran que hay que dar nuevos pasos en formación. Y si, finalmente, se activa una campaña de multas, auguran que generarán "rechazo", pero también que dejaría claro una evidencia, según apunta Rodríguez: "Si quieres que te respeten, tienes que hacer lo mismo".