Vitoria. "Ahora o, quizá, nunca". El alcalde de Vitoria, el popular Javier Maroto, lanzó ayer este claro aviso para navegantes sobre el tema del soterramiento. El dirigente se mostró a favor del plan barajado hasta la fecha, de desviar las vías del tren para instalar la nueva estación ferroviaria en la parcela que ahora ocupa la DYA en la calle Juan de Garay. El mensaje del primer edil se dirige, en primer lugar al Ministerio de Fomento, ya que hoy la titular de esta cartera, Ana Pastor, visita la capital alavesa para aclarar la situación del proyecto. Y también a los grupos municipales. Maroto pidió el apoyo de los partidos para decidir qué se hace en los terrenos liberados y cómo se vuelve a pensar la operación "para hacerla posible".
La Casa Consistorial de Vitoria acoge hoy, a las 13.00 horas, la primera reunión de la sociedad que gestionará el soterramiento. Si se realiza. La cuestión ha quedado en el aire por la situación económica, por las dudas sobre los 511 millones -que se repartirían entre Fomento, el Gobierno Vasco, la Diputación alavesa y el Ayuntamiento de Vitoria- que se pactaron durante la pasada legislatura Lazcoz deberían actualizarse, si la operación podría financiarse con aprovechamientos inmobiliarios o si el Tren de Alta Velocidad acabaría, a pesar de todo, llegando a la actual estación de Dato. La cita de hoy ha generado expectación. Porque el objetivo es que se aclaren estas dudas. Que se sepa si, desde Madrid, se apostará por el soterramiento y con qué plazos. Y el alcalde, a este respecto, valoró que la decisión es "importante" puesto que es un "ahora o, quizás, nunca".
Maroto lamentó el tiempo que ha costado llegar a este punto pero, pese a todo, se mostró esperanzado con el futuro de esta operación, llamada a revolucionar la Vitoria del siglo XXI. El alcalde, eso sí, afirmó en repetidas ocasiones, que se mueve entre el optimismo y la prudencia.
En primer lugar, el dirigente apuntó que apoya un proyecto "prioritario" que puede transformar la ciudad y, además, respaldó que se desvíen las vías como hasta ahora se había venido barajando, para instalar la estación de ferrocarril en torno a Juan de Garay, y no por continuar el recorrido actual para instalar un conector al este de la ciudad. Y advirtió a Fomento de que esta segunda posibilidad sería más cara para el Gobierno central, ya que sólo la financiaría el Estado, a diferencia del soterramiento.
En este reparto, al Consistorio de Vitoria le toca aportar 75 millones de euros. Una cifra que condicionaría las cuentas durante muchos años de las arcas municipales. Maroto, en este sentido, comparó la operación con la creación de los nuevos barrios de la ciudad. Al igual que en Salburua y Zabalgana se optó primero por adelantar el dinero para recuperarlo con el tiempo, el alcalde apuntó que el soterramiento obligaría a buscar acuerdos con "una, dos o tres" entidades financieras. El alcalde se reafirmó, además, en el acuerdo financiero ya alcanzado con otras instituciones, aunque sí recordó que ahora hay más "dificultades" para obtener esos fondos.
De ahí que hablara de repensar el proyecto y de cómo aprovechar el espacio liberado por las vías, ya sea con inmuebles, equipamientos o zonas verdes, porque Maroto negó que sólo se solvente con más construcción de viviendas. Un debate al que emplazó a los grupos municipales, ya que se trata de abordar un "modelo de ciudad". La Vitoria del futuro puede analizarse hoy. O, al menos, aclarar su diseño.