vitoria. El gabinete Maroto ha cumplido su promesa de sacarle la roña a los nuevos barrios de la ciudad. Y ahora, quiere proclamar su buena acción a los cuatro vientos. En todas las parcelas de titularidad municipal que manchan Salburua y Zabalgana han aparecido unos grandes carteles que anuncian la campaña de limpieza. Esta estrategia de imagen recuerda, inevitablemente, a la del Gobierno de Zapatero a propósito del Plan E. Y a los vecinos, por muy agradecidos que estén por la llegada por fin de la escoba a sus calles, no les ha hecho ninguna gracia el detalle.
El portavoz de la asociación vecinal Pasabidea, Mario Calvo, desconoce cuánto ha podido costar la confección de los carteles, pero tiene claro que "en un momento en el que se están realizando tantísimos recortes no tiene ningún sentido realizar un gasto así". Quienes residen en los nuevos barrios no necesitan que el Ayuntamiento vitoriano les señalice qué parcelas necesitan del plan integral de limpieza, pues las llevan sufriendo demasiado tiempo. "Por eso, creemos que el equipo de gobierno podría haberse ahorrado el dinero de los anuncios o haberlo invertido en otras necesidades que llevamos reclamando mucho tiempo", explica Calvo. Entre esas demandas tantas veces pedidas destaca la instalación de marquesinas en las paradas de autobús más utilizadas, donde los usuarios se ven obligados a esperar al urbano a la intemperie, y el arreglo de algunas zonas infantiles.
El portavoz vecinal de Pasabidea ha contabilizado en Zabalgana veinticinco parcelas ya señalizadas para su inmediata intervención. Si el coste por anuncio se aproxima al de los que señalizaban las obras del Plan E, entre 1.000 y 2.000 euros cada uno, poco más hay que decir. "Es un plan de marketing absurdo en estos tiempos que corren", insiste Calvo.
En lo que sí están satisfechos los vecinos de Salburua y Zabalgana, en cualquier caso, es en que por fin las promesas sobre el aseo de la limpieza se han convertido en hechos. Además, el plan elaborado por el equipo de gobierno contempla un avance sustancial: la creación de un equipo de inspectores especializados en los nuevos barrios y en sus necesidades, para garantizar la coordinacion de los trabajos y su perfecta consecución. Así lo explica a través de su página web la asociación Zabalgana Batuz, uno de los colectivos vecinales que más íntensamente ha trabajado para conseguir que la ciudad construída más allá de la antigua circunvalación disfrute de los mismos derechos que la Vitoria consolidada.