La Arich cuenta ya sus últimas horas. El Ayuntamiento de Vitoria, en su objetivo de reformular las sociedades municipales, ha decidido que la Agencia para la Revitalización de la Ciudad Histórica se integre en la sociedad urbanística municipal Ensanche 21. La decisión ya se anunció, pero ahora se dan los últimos pasos. Una medida clave fue la desaparición de la entidad del Casco Viejo en el proyecto presupuestario para 2012. La agencia se queda sin personal, ni contenido. Y hoy, previsiblemente, se vivirá la última reunión de su Consejo. Se va un referente de la almendra, aunque no sus objetivos.
La incógnita por resolver era qué iba a pasar con el personal de la entidad. Sin embargo, el gabinete Maroto, como ya anunció este rotativo la semana pasada, puso ayer sobre la mesa de Ensanche 21 que el Ayuntamiento absorba a los 14 miembros de la plantilla. Y la medida fue aprobada. El PP apuesta por que cinco personas se integren en la oficina técnica de Ensanche 21, seis en el área de Vivienda y tres desempeñen labores de administración. Las oficinas que ahora ocupa la Arich, mientras, serían ya de Ensanche 21.
El anuncio no pasó desapercibido desde el primer momento para el comité de trabajadores, que hasta ahora no había ocultado su preocupación por cómo podía afectar esta reordenación a los empleados, un tema complicado ya que Arich cuenta tanto con trabajadores municipales como con el llamado personal laboral, que depende de la agencia y tiene contrato fijo pero no está integrado por funcionarios de carrera. Y, de forma paralela, Ensanche 21 perdió, por ejemplo, dos puestos de trabajadores eventuales -dedicados a los realojos- cuyo contrato expiró el pasado 31 de diciembre y no fue renovado.
LA LETRA PEQUEÑA Ahora, una vez confirmada y aprobada la voluntad del Ayuntamiento de reordenar estos puestos de la agencia, desde el sindicato ELA se preguntan por la letra pequeña de la oferta. Los representantes laborales consideran que la fórmula idónea es la subrogación, con lo que los empleados pasarían a Ensanche 21 sin perder su antigüedad -en principio sí se mantendrían sus salarios- ni establecer una nueva fecha de inicio en su contrato. Y, por contra, se oponen a que se rescinda la vinculación actual de estos trabajadores con Arich como condición para firmar una nueva con Ensanche 21, algo con lo que se perderían condiciones laborales: por ejemplo, en una supuesta disolución de la sociedad, su indemnización sería menor. Fuentes municipales insistieron en que estos detalles aún no se han concretado.
Desde la central sindical, mientras, insisten en que no hay más que rumores, que son los que han disparado estas hipótesis. Ayer, en el Consejo de Ensanche 21, se dio un nuevo paso para la desaparición de la Arich; hoy, en principio, tendrá lugar la última reunión de su Consejo. Los trabajadores se mantienen a la expectativa.