vitoria. La Asociación de Concejos de Vitoria, fundada en 1995, también lleva con orgullo el nombre de Hijosdalgo de la Junta de Elorriaga. Estas palabras se remontan a 1332, cuando "se efectúa la voluntaria entrega de Álava a Castilla y los nobles de las aldeas que rodean a Vitoria se unen para defender sus derechos" bajo la mencionada junta. La presidenta de Acovi, Miren Fernández de Landa, rememora con una sonrisa estos orígenes. Le recuerdan que, desde el principio, los concejos tenían un espíritu reivindicativo, ése que no se ha perdido con los años y que se acentúa cuando la zona rural pierde peso en el proyecto presupuestario de Vitoria para 2012.
Fernández de Landa, tras seis años como portavoz de Acovi, no recuerda un momento en que no haya tenido que pelear con el Consistorio. Las 63 entidades locales se sienten olvidadas, y la crisis no ha ayudado al recuerdo. La asociación ya ha denunciado con insistencia que el Presupuesto presentado por el gabinete Maroto es "un error". No sólo porque los concejos están cansados de que haya inversiones en obras que al final no se ejecuten, sino también porque ahora han perdido partidas clave para su funcionamiento. La representante de Acovi ya ha solicitado una reunión con el alcalde para pedirle que remedie este problema. Y que, en año de Green Capital, se vuelque más con un entorno clave en la forma de ser de la ciudad, por sus orígenes y su naturaleza.
¿Cuál es su valoración sobre el papel de los concejos en el proyecto presupuestario de Vitoria para 2012?
Viendo lo que pasaba con otras asociaciones, con los recortes anunciados, nos podíamos oler la tostada, pero eso no quita que nuestra sensación actual sea de total indefensión. El Ayuntamiento no concede a los concejos la importancia que tienen. Y, con todos los respetos para otras asociaciones, debo decir que los concejos no somos una asociación al uso. Somos Administración. Deberíamos tener un trato de igual a igual con el Ayuntamiento. Siempre me llama la atención que el alcalde o el diputado general pidan más implicación a instituciones mayores, algo que después ellos no hacen con nosotros.
Imagino que ya ha tenido tiempo de estudiar las Cuentas...
El primer día me puse a revolver papeles para encontrar las partidas que no están. Y entonces te preguntas qué está pasando.
Más que el enfado, parece que habla de una falta de respeto.
Sí. La pataleta fue en un primer momento, pero después te queda sólo esa sensación de la desidia que tiene el Ayuntamiento con respecto a la zona rural. Igual no somos importantes en población [cuentan con 5.000 habitantes], pero sí en extensión y en que somos algo muy propio de la historia de Vitoria, de su forma de ser.
¿Qué supone el Presupuesto para la zona rural?
El Presupuesto tiene una importancia vital para los concejos, porque no pueden cobrar impuestos o tasas. Se quedan con el Fofel [el Fondo de Financiación de las Entidades Locales], que a veces asciende a apenas 1.000 euros por pueblo, y lo que les pueda tocar por tener monte o por una operación urbanística, que no sé si es una suerte o no. Al final no tenemos una fuente de ingresos, y si todo se lo lleva el Ayuntamiento...
¿Puede explicar cuáles son las carencias de los concejos en este proyecto presupuestario?
Simplemente tener una persona en Acovi supone que podamos gestionar las tareas administrativas de los pueblos para que puedan acceder a subvenciones y realizar obras, organizar las actividades culturales y deportivas...
¿Ese puesto de administrativo de la asociación está en peligro?
Evidentemente. Y hablamos de una partida de 25.000 euros al año. Son migas. Y también hay otras partidas que peligran, como los 50.000 euros para gestionar los talleres de manualidades de la zona rural, que no sólo es una oferta pedagógica, sino que también sirve para reunir, sobre todo, a mujeres mayores. Así se logra la cohesión social. También han desaparecido como tal las ayudas, de 350 euros, para las fiestas en los pueblos. Y, con eso, como mucho se organizaba una misa, un lunch y un campeonato de bolos para los niños. Ahora no tenemos muy claro si debemos competir con los barrios, algo que es imposible. ¿Cómo vamos a luchar con, por ejemplo, Judimendi?
Habla de pequeñas partidas, pero hasta ahora Acovi siempre había denunciado que las grandes obras previstas en la zona rural se presupuestaban pero no se ejecutaban.
Lo grande, como los planes de saneamiento y de fosas sépticas, obras integrales, reformas en centros sociales y en parques infantiles, estaban en stand-by desde hace años. Si hay 500.000 euros para la obras en 2012, lo que pedimos es que se ejecuten. Porque también estaban el año pasado, y el anterior... Pero ahora hablamos también de partidas pequeñas que no es que no se ejecuten, sino que directamente han desaparecido. Nos hemos quedado a cero. Y nadie nos explica nada. Nos sentimos en tierra de nadie.
Querían solicitar una reunión cara a cara con el alcalde...
Creo que ya la tenemos concertada para el día 6. Maroto nos tendrá que decir directamente si ha eliminado estas partidas o si ha sido un error y cómo va a enmendarlo. Quiero pensar eso.
¿Tiene esperanza en rascar algo en esa cita?
Tengo esperanza en que la cordura impere, que subsanen el error que han cometido. Deben hacerlo, porque tienen una deuda con la zona rural.
Parece una mala época para tener deudas...
Ya nos ha pasado durante años que, cuando Diputación concedía una obra mayor, el Ayuntamiento no tenía el proyecto o consideraba que carecía de las cesiones necesarias, por lo que se perdían subvenciones. Por eso pedimos más coordinación entre las administraciones. Al final se anuncian partidas que no se ejecutan y se falta a la verdad. Se crean expectativas que no se cumplen, y por eso cuesta creer esos anuncios.
PNV, PSE y Bildu han coincidido al criticar, por ejemplo, el recorte en la cooperación al desarrollo y se han comprometido a corregirlo. ¿Espera algo parecido con los pueblos de Vitoria?
La oposición está de acuerdo en dar el rango a la zona rural que se merece, y los tres nos han comunicado que quieren presentar enmiendas al Presupuesto en este tema. Espero que el equipo de gobierno vea la realidad, por la oposición, por los propios técnicos que se han llevado las manos a la cabeza, y porque la zona rural simplemente está pidiendo que se respeten sus derechos. Rectificar es de sabios.
La reivindicación de la zona rural ha sido continua durante las últimas legislaturas. ¿Temen que no se les escuche por pensar que es más de lo mismo?
Puede dar esa impresión de que protestamos por todo. Como si fuésemos ese aldeano que se queja porque no llueve y por lo contrario, pero tanto PP y PSE, que son los dos que han gobernado con la asociación de concejos en marcha, no han sido muy receptivos con las demandas de la zona rural. Y cuando ves que lo que has pedido es de justicia, de sentido común, no te cansas de pedir lo que te corresponde.