vitoria era una ciudad en la que se vivía muy bien, o igual no, porque también es una ciudad que siempre ha vivido de cara a la galería. El aparentar aquí es una religión. El parecer que "me va de puta madre" cuando llego raspado a fin de mes, el quitarse de algo necesario para ropa de temporada, para cenas, para que no se diga... Qué hipocresía la nuestra. O qué inocencia. Hay una estrategia empresarial asquerosita, la de negociar el sueldo no por la categoría profesional sino a puerta cerrada, haciendo creer al trabajador que esa pequeña mejora del sueldo sólo era para él y "no le digas nada a tus compañeros para que no haya rollos". Hasta que dos años después se entera de que siempre ha cobrado la mitad que los demás. Divide y vencerás.
Nos falta sinceridad, nos han convencido de que tenemos que pensar en individual y que el pensamiento colectivo es de los que se ponen de porros hasta las trancas. Grave error, aunque no es por éste por el que estamos pagando, el gran error ha sido el de desentendernos de la gestión de nuestros propios recursos y delegar en desconocidos la administración de nuestras economías y por ende de nuestras propias vidas. Y cuanto más aumenta el paro, menos capacidad de negociación nos queda, sin capacidad ni de negociación ni de decisión y sabiendo que sumando hipoteca, luz, agua, teléfono, etc... se va un sueldo, la cosa no es que prometa y menos, hoy por hoy que no somos capaces de obtener nada si no es mediante dinero. No somos capaces de producir absolutamente nada. Somos completamente dependientes ya que todos los medios de producción están en manos de especuladores, como la vivienda y la gestión del dinero público, nuestro dinero. Y mientras, en Amurrio se desbordan las peticiones para obtener una huerta municipal...
Y seguimos echando la siesta bajo la parra, estamos atontados. Y nos quitan y nos quitan y más que nos van a quitar. Y me extraña esta parálisis social, cuando en realidad lo más importante ya lo tenemos: Álava siempre ha tenido una población solidaria. ¿O también era fachada? ¿Por qué 30 wifis en cada portal cuando tal vez con diez compartidas sean suficientes? ¿Por qué no invitar a comer a los vecinos que parece que lo están pasando un poco mal? ¿Por qué no...? Seamos vecinos. Seamos valientes y confiemos en los demás, porque hay gente buena con buenas ideas. Y aunque dicen que Rajoy ha gastado un millón y medio de euros en material antidisturbios, que se los meta por x. Somos los amos de la apariencia, así que aparentemos que seguimos su juego y juguemos al nuestro. No es la hora de la fuerza, sino de la maña...
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