Vitoria. El debate soterrado ha salido a la luz. ¿En plena crisis, una operación multimillonaria, basada en el aprovechamiento inmobiliario de un nuevo espacio, puede salir adelante? La actual situación económica no invita a pensar en grandes proyectos como el soterramiento cuando se recorta en las cuestiones más básicas. Pero los grupos municipales, en general, se resisten a tirar la toalla con ese objetivo de esconder las vías del tren. Aunque sea como una meta de futuro. Porque éste es el proyecto que, según ha afirmado en más de una ocasión el alcalde, puede transformar "profundamente" la capital alavesa.

Ese cambio no se pone en duda. Otra cuestión es su necesidad. El doctor en Urbanismo, experto en Movilidad y exferroviario Luis Santos y Ganges apuntó, como ya explicó este rotativo, que Vitoria es en la actualidad la ciudad de todo el Estado donde menos problemas causa el tren. Incluso se refirió a la capital alavesa como un referente. Por eso, afirmó que "no veo suficiente justificación" para este faraónico proyecto de 511 millones. Hacerlo, de hecho, le parece una decisión de "nuevo rico".

La cifra asusta, pero el caso es que ese dinero ya está comprometido. El pacto financiero alcanzado durante la pasada legislatura determinó que el Ministerio de Fomento, a través de Adif, aportaría 142 millones de euros, el Gobierno Vasco pondría otros 117 millones, la Diputación 50 y el Ayuntamiento, por último, otros 76. Y el resto se construiría gracias al ladrillo. Ahora el nuevo Gobierno central de Mariano Rajoy debe confirmar las cifras, y el alcalde Maroto ya ha anunciado su intención de reunirse con la ministra de Fomento, la también popular Ana Pastor, para reverdecer este compromiso estatal.

Maroto ha apuntado en más de una ocasión que el soterramiento cambiará Vitoria. Y uno de sus proyectos clave de las elecciones, el Anillo Verde Interior, se aprovecha precisamente de parte de los terrenos que se recuperarían al librarse de las vías. Llama la atención, no obstante, que en esa misiva -que se anunció poco antes de finalizar 2011-, el primer edil volviera a hablar de la necesidad de lograr "el más amplio entendimiento" entre las instituciones implicadas. Algo que ya se daba por hecho. Sin embargo, el PP consideró en su último programa electoral de Vitoria que la pasada legislatura Lazcoz supuso un "retraso imperdonable" en el soterramiento.

UN OBJETIVO, DOS PUNTOS DE VISTA El aludido no podía estar más en desacuerdo. El protocolo de financiación del soterramiento fue uno de los hitos alcanzados durante el gobierno Lazcoz. La foto se tomó el 5 de marzo de 2010 en Vitoria, una fecha que el actual portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento aseguró que no olvidaría. Otro paso enorme en este proyecto gigante fue la creación de la sociedad destinada a gestionar la operación. Dos medidas que, según valora ahora el portavoz socialista, eran "un compromiso imprescindible" para hacer realidad este proyecto, y este trabajo está sobre la mesa. Y, por si acaso, recuerda que ese reparto financiero se hizo "ya durante la crisis económica". Para Lazcoz, las actuales necesidades de financiación pueden ser una razón para "alargar" la realización del proyecto en varias fases y en el tiempo, pero no para descartarlo.

El PNV, mientras, ha sido uno de los partidos que más se ha movilizado para criticar la falta de avances en el soterramiento. En julio, el portavoz jeltzale en el Ayuntamiento, Gorka Urtaran, se reunió en Madrid con representantes del Ministerio de Fomento para conocer el estado de las alegaciones al proyecto: "Lo que esperamos de PSE y PP es que haya honestidad. Que nos digan ya si se va a hacer el soterramiento o no".

Urtaran remarca su apoyo a este proyecto "revolucionario", pero exige que se pongan los puntos de las íes. Porque, en el pasado, "sufrimos la mala fe del gobierno de Aznar que no quiso invertir en Vitoria", y ahora "tienen que aclarar qué ocurrirá con este proyecto clave para el desarrollo de la ciudad. Si no se va a hacer, tendremos que preparar el nuevo Plan General de otra forma".

PP, PSE y PNV confirman, por tanto, su apoyo al soterramiento. Así figuraba en sus últimos programas electorales de Vitoria. Otra cuestión son los tiempos para realizarlo. La postura de Bildu es todavía más abierta. Pide un soterramiento, en todo caso, por fases y tras el correspondiente proceso de participación ciudadana. La coalición muestra mucha sintonía con las valoraciones de Luis Santos, como apunta su portavoz municipal, Kike Fernández de Pinedo: "al hacer una obra, hay que ver cuánto ganas con ella y cuánto te cuesta. Abrir la ciudad por una zona diferente a las vías actuales generaría problemas por las obras y por el tráfico. Y parece que ese nivel de inversión no está justificado".

El portavoz de Bildu Gasteiz recuerda que la formación sí apostaba por el soterramiento, pero en la actual ubicación de las vías. Un planteamiento que quizá antes resultaba más sorprendente, pero que argumentaciones como la de Santos han subrayado con fosforito. Y, en esos apuntes, Fernández de Pinedo destaca que el debate sobre si el nuevo trazado del tren -por Lakua, por Dato, por Foronda...- aún no está cerrado. Un nuevo interrogante, por tanto, para un proyecto clave pero muy necesitado de análisis, tiempo y financiación. La cuestión ahora es si esas tres condiciones se han cumplido.