Vitoria. El debate sobre la necesidad de mantener las sociedades municipales en tiempos de crisis está sobre la mesa desde que Javier Maroto llegó a la Alcaldía en junio. El alcalde se comprometió a reorganizar estas empresas públicas y decidió incluir a la Arich (la Agencia del Casco Viejo) en Ensanche 21 (encargada del urbanismo de la ciudad). Sin embargo, para Bildu, esta medida no es suficiente. La coalición abertzale aboga por disolver la sociedad dirigida hasta ahora por Gonzalo Arroita y sustituirla por un grupo de trabajo ejecutivo que se encargue no sólo de la restauración física de la almendra medieval sino también de la social y cultural. "El objetivo debe ser la rehabilitación integral del barrio, no sólo la urbanística, que es en la que Arroita ha puesto el énfasis, señalaron los concejales Itziar Amestoy y Antxon Belakortu.
Para Bildu ha llegado el momento de intervenir, de verdad, en el Casco Viejo porque "demasiadas veces se han hecho políticas, a pesar de los vecinos, y la actual estructura de la Arich no puede abordar esta nueva etapa".
La gestión de arroita Los ediles se mostraron, además, críticos con la "opaca gestión" de Arroita, a quien acusaron de "vender humo" con promesas que a día de hoy aún no se han materializado, como la instalación de unas rampas para facilitar el acceso al ambulatorio, el polideportivo de El Campillo o la mejora del colegio. En cambio, "sí ha habido dinero para pagar disfraces a los bares en carnavales", lamentaron. Y es que los ediles consideran excesivos algunos de los gastos de representación efectuados por el exgerente de la Arich: "hasta el interventor del Ayuntamiento ve difícil justificar algunas facturas, y es que los gastos son de hasta 25.000 euros al año". Es por todo ello que Bildu piensa que la actual estructura de la Agencia no sirve para los nuevos tiempos -antes de su disolución habría que ver cómo reubicar a sus trabajadores-. "No necesitamos gerentes estrella que nos cuesten como una Visa oro", puntualizaron Amestoy y Belakortu.