¿Es necesario soterrar el ferrocarril a su paso por Vitoria?
La cuestión está en saber por qué hay que soterrar. Al ferrocarril no le interesa soterrar, resulta más caro explotarlo y mantenerlo, y además es más peligroso, ¿cómo resuelves allí un accidente, cómo metes una grúa si se descarrila un tren? Tienes que ventilarlo bien, iluminarlo y poner ascensores por si hay una desgracia, así que si soterramos es porque hay algún bien superior. La clave está en pensar que el problema urbanístico o social o económico sea muy superior a los problemas que va a generar soterrarlo. En Madrid no puedes tener los trenes en superficie, se puede entender porque hay tres millones de personas y una gran densidad urbana, pero Vitoria es la ciudad donde el ferrocarril genera menos problemas en España, dentro de las ciudades medias es un caso emblemático de integración urbanística, y la Alta Velocidad no debería causar problemas, porque si se queda el tren donde está todos los aves pararían en Vitoria, luego tendrían que entrar a 50 por hora, no a 250. En otras ciudades, al otro lado de la vía hay barrios obreros segregados, con falta de equipamiento y problemas sociales, y se dice que no estarían segregados si no fuera por el ferrocarril. En Vitoria lo que hay al otro lado es lo mejor, están los palacios de la burguesía del siglo XIX, el campus. No veo suficiente justificación.
Si no es necesario, ¿por qué todas las instituciones coincidían en impulsar el proyecto, tanto en Vitoria como en otras ciudades?
Es una mentalidad de nuevo rico, todo el mundo da por supuesto que es una maravilla y que no necesita justificación, pero hablamos de muchos millones de euros. Que sea una barrera no justifica gastar 500 millones, son simples ganas de mejorar, de tener lo mejor, es la mentalidad de la onda expansiva de antes de la crisis, y no entiendo por qué esa mentalidad sigue, hay quince ciudades en España que están con estos asuntos. Es una manía española, sólo se da aquí, si tienes 500 millones seguro que tienes muchísimas cosas que hacer con ellos. Insisto, en España los soterramientos no son una cuestión de gravedad del problema, sino de ambición de hombre rico, como somos una sociedad muy rica hacemos lo que nos parece, porque el ferrocarril es una barrera, pero también lo son los ríos, y en París no soterran el Sena.
Usted cuestiona en sus estudios los repartos de la financiación en este tipo de obras.
La cuestión está principalmente en las ciudades medias y pequeñas, donde hacer soterramientos supone un coste gigantesco, y la pregunta es quién lo paga. Si es un problema urbanístico, ¿por qué tiene que ser Fomento quien ponga más, si las infraestructuras están bien y las que se van a hacer son más caras de mantener? Lo debería pagar la ciudad, pero no tiene dinero y dice que se haga entre todos, y al final lo que estamos haciendo es meter dinero en el suelo, es un dinero que no es productivo.
¿Cómo valora la fórmula de pagar parte de la obra construyendo bloques de viviendas a través de una sociedad pública?
La sociedad la crean para agilizar la gestión, pero también privatizan una cosa que debería hacerse desde el derecho administrativo. Aunque sea una sociedad de capital público, actúa con más privacidad con el objetivo de dirigir los dineros de estas administraciones y de recuperar lo más posible. Las casas lo pagan todo, hacemos operaciones que nos salen gratis, pero nuestra Constitución dice que las administraciones públicas deben luchar contra la especulación, y aquí se intenta que unos terrenos tengan el mayor valor posible. La Administración es un especulador más, y encima privilegiado. El procedimiento suele ser darle mucha densidad a la nueva zona, pero luego procuran poner cierta calidad, contratan un edificio a una estrella del firmamento de la arquitectura, o una caja pone ahí su nueva sede, dos empresas ponen un par de torres chulísimas, ganan a la gente por la vía de la imagen. Sin embargo, la solución de la sociedad anónima es muy peligrosa, asume el riesgo de ser un especulador.
UPyD plantea llevar el tren en superficie hasta las cercanías del aeropuerto de Foronda y enlazar con Vitoria a través de un tranvía. ¿Es una buena opción?
La opción es la misma, eso casi es peor, porque sigue creyendo en la inversión en infraestructura, es lo único que hacemos en este país, y en medio de una crisis galopante seguimos creyendo en ello, cuando hay que invertir en formación, en conocimiento, en empleo. Habría que fijar muy bien la intermodalidad aeropuerto-estación, eso está bien en Frankfurt, en Vitoria o en cualquier otra ciudad media no tiene justificación, y además mantener ese tren ligero sería carísimo porque iría muy poca gente. Además, si haces una línea fuera de la ciudad habrá trenes que ni paren.
Entonces, según su opinión, ¿la mejor solución es dejar la vía donde está actualmente y en superficie?
La centralidad de las estaciones es un bien que quiere toda ciudad, en todo el mundo se procura mantener las estaciones centrales del siglo XIX, y si no queda más remedio se soterra. La estación está mucho mejor en el centro, en Burgos se ha hecho una desviación y está a cinco kilómetros de la catedral, antes estaba a 700 metros. Llegan los turistas y no saben dónde están, es un desierto de grúas y urbanizaciones. Tener una estación lejana es una auténtica desgracia, va contra la lógica del ferrocarril, que sólo es el medio de transporte más limpio y eficaz si los trenes van llenos.