Vitoria. Todas las ubicaciones hasta ahora planteadas para la estación de autobuses han suscitado recelos. En Euskaltzaindia, lo que preocupa es la afección al tráfico, ya que la zona es de por sí conflictiva y está salpicada de centros educativos y residencias de mayores. Por eso, los técnicos del Ayuntamiento siguen estudiando qué trayecto dibujarán los buses hasta la terminal. Tras decidirse la creación de dos entradas distintas para autocares y vehículos particulares -por Donostia los primeros y por Rafael Alberti los segundos-, Ensanche 21 ya ha puesto sobre la mesa dos calles por las que podrían acceder los viajeros desde portal de Foronda: Gabriel Celaya o Blas de Otero. Y ahora, su intención es trasladar ambas ideas a Tráfico, que tendrá la última palabra.

Fuentes del equipo de gobierno del PP informaron ayer a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA del planteamiento de Ensanche 21. No obstante, en los dos primeros encuentros celebrados con los vecinos, el alcalde se limitó a hablar de la doble entrada. Y muchos de los asistentes mostraron su descontento por haberse fijado el cerco en la plaza en vez de analizar la afección al resto del barrio. En cualquier caso, Maroto insistió en que a día de hoy sólo caben dos opciones: dejar el socavón creado por la paralización del BAI Center, con los inconvenientes que ello conllevaría, o construir la estación. Algunos de los participantes aseguraron que prefieren convivir con el agujero hasta que haya dinero para taparlo "en vez de hipotecar la zona". Y, mientras tanto, animaron a buscar otras ubicaciones que no generen los inconvenientes que ellos vaticinan.

El de hoy será el último de los tres encuentros programados por Maroto para explicar a los veinte portales de Euskaltzaindia su proyecto de estación de autobuses. No obstante, la situación vivida el martes a las puertas del centro Almudena Cid, lugar de encuentro de las citas, puso de manifiesto que esas reuniones no serán suficientes para dar cuenta de la situación ni para calmar la preocupación de una parte del barrio. Decenas de personas de otras calles afectadas directa e indirectamente por la terminal trataron de entrar en el edificio sin éxito, ya que sólo estaban convocados quienes viven a los pies de la plaza. Y en el interior, muchos asistentes demostraron un gran descontento, "desinformación" según el equipo de gobierno. Por eso, ya está previsto ampliar los encuentros a nuevas zonas del barrio.

El PNV, por su parte, anunció ayer que pedirá explicaciones por las quejas que le han transmitido personas a las que se les restringió el acceso a la sala "pese a haber suficiente espacio". "Además, se pidió el DNI a quienes entraban", advirtió. "Esto último es falso", subrayó el gobierno.