La economía de guerra anima a rascar hasta de la guía telefónica. El gabinete de Javier Maroto ha decidido sustituir las tradicionales dos hojas de números municipales de las páginas blancas por un cuadro donde aparezcan exclusivamente los contactos básicos. Así, los 20.000 euros que el Ayuntamiento gastaba en el anuncio se reducirán a tan sólo 2.000. "Hay que ahorrar de todo lo que se pueda y este es un ejemplo de cómo se puede hacer lo mismo o más con menos", justifican desde el equipo de gobierno.

El nuevo recuadro del Consistorio vitoriano, que aparecerá en la próxima edición de la guía telefónica, contendrá sólo seis números: los de atención ciudadana (010), centralita, servicio de violencia de género, el de urgencias sociales, Bomberos y Policía Local. Según explican desde el gabinete de Javier Maroto, se ha decidido prescindir de todos los demás teléfonos porque ya aparecen a lo largo de las páginas blancas en su orden alfabético y no justifican los 20.000 euros de gasto del gran anuncio principal.

Son los casos, por ejemplo, de los números de las sociedades públicas del Ayuntamiento, de los centros cívicos, las instalaciones municipales deportivas, el Teatro Principal, el conservatorio, la escuela de danza o las residencias de ancianos. Con las próximas páginas blancas, quienes quieran conocer los teléfonos de estos recintos tendrán que gastar algo más de su tiempo, ya que ahora basta con acudir a las páginas 24 y 25 de la publicación, pero la búsqueda se compensará con un ahorro para las arcas locales de 18.000 euros. No es poco.

El recorte en las páginas blancas forma parte de la lista de modestos gestos impulsados por el gabinete Maroto desde el inicio de la legislatura con el ánimo de ahorrar. Otros han sido la eliminación de la recepción a las autoridades en el palacio Zulueta con motivo de las fiestas de La Blanca (27.450 euros), la retirada del carné gratuito de las piscinas a 47 técnicos municipales y 23 ex funcionarios (4.995,50) y la supresión de la gaceta municipal (22.000 euros mensuales). "Cada vez que me encuentre con una medida que no se comprende con los criterios de austeridad y rigor, no me va a temblar el pulso y la voy a eliminar", aseguró el alcalde al poco tiempo de tomar la vara de mando.

Las páginas blancas han sido su última pequeña víctima, aunque en los últimos meses la tijera de Maroto se ha vuelto bastante más ambiciosa. Sin miedo, ha recortado pluses de los funcionarios y ha eliminado las sustituciones de las bajas de hasta quince días de la plantilla municipal. Además, sigue adelante con su idea de reestructurar la red de sociedades municipales para ahorrar "varios millones de euros". Según ha explicado, algunas de estas empresas mantienen un costoso organigrama a pesar de que ya han cumplido su función y otras se encuentran sobredimensionadas tanto por sus recursos humanos como por las nóminas.