l Entidades financieras.

Concesión de licencias de medioambiente: las tarifas se incrementan un 20%.

Ocupación de la vía pública: la tasa por sus cajeros automáticos crecerá un 50%.

Tasa de basuras: la tarifa se incrementara un 50%, muy por encima de las subidas fijadas para los domicilios (entre el IPC y el 10%).

vitoria. Los que más ganan, los que más tienen y los que más especulan en Vitoria soportarán el año que viene una presión fiscal superior a la del ciudadano medio. El Ayuntamiento ha aprobado un proyecto de impuestos y tasas que da nuevos pasos en el camino hacia la progresividad tributaria. Son cargas a bancos, constructoras, grandes superficies y propietarios de viviendas vacías que responden al principio de justicia social, pero también al sentido común. En plena crisis económica, con la principal fuente de ingresos del Consistorio a dieta -el Fofel de la Diputación-, un paro galopante y la necesidad de mantener la calidad de los servicios básicos, no queda mucha más opción que apretar a los privilegiados para aumentar la recaudación.

Eso sí, el incremento de la presión tributaria entre los potentados de la ciudad no es mérito inicial del gabinete Maroto. Su borrador de ordenanzas fiscales contemplaba tanto congelaciones como subidas indiscriminadas, por lo que las enmiendas de los grupos de la oposición, muy especialmente de Bildu, fueron decisivas. De todas las presentadas y de las finalmente respaldadas por el Gobierno, cerca de una decena destaca por su impacto sobre quienes más dinero propio y ajeno manejan.

Las entidades financieras van a conocer más de cerca que nunca lo que es la progresividad fiscal. Las tarifas por la concesión de licencias de medioambiente subirán un 20%, la tasa por ocupación de la vía pública de sus cajeros automáticos crecerá un 50% y, para rematar, la de basuras también aumentará un 50%. La diferencia en este último precio es más que sutil respecto al aprobado para las familias. En pisos de menos de 120 metros cuadrados, la mayoría en la ciudad, se aplicará el IPC. Para las empresas que se beneficiaron del boom del ladrillo, el Consistorio ha decidido subirles un 20% las tarifas de las licencias urbanísticas y reducirles del 50% al 25% las bonificaciones en el IBI establecidas para los inmuebles objeto de construcción, urbanización y promoción. También las grandes superficies que capean la crisis con cierta soltura ante la debilidad de los pequeños negocios sabrán por fin que es la progresividad fiscal, aunque solamente sea en un concepto. Para aquellas compañías con una superficie de entre 500 y 1.000 metros cuadrados, la tasa de basuras crecerá un 10%. Si miden más, se incrementará un 20%.

El peso de los impuestos recaerá también con más fuerza sobre los ciudadanos que se pueden permitir tener pisos vacíos y desean que así sigan. Ahora que Vitoria está llamada a crecer hacia dentro por una cuestión de sostenibilidad económica, social y medioambiental, el Ayuntamiento quiere tratar de sacar al mercado los pisos deshabitados que se distribuyen por toda la ciudad -más de 10.000 según los últimos datos-. Y, por eso, finalmente el Consistorio ha decidido forzar a los dueños de estas casas a cambiar el chip aumentando la presión fiscal.

Son tres las propuestas, todas ellas realizadas por Bildu con el apoyo del Gobierno y el PSE. Las viviendas vacías sufrirán un recargo del 50% en el IBI y dejarán de beneficiarse de bonificaciones en este impuesto por el hecho de formar parte del programa de vivienda vacía del Gobierno Vasco. Además, en el apartado de las tasas, la tarifa de las basuras subirá lo que en el resto de viviendas en función de su superficie (IPC, 8% o 10%) más otros 260 euros extra al año.

Cargas nuevas aparte, los vitorianos con sueldos muy por encima de la media van a dejar de tener ventajas de las que hasta ahora podían disfrutar. En el caso del IBI, gracias a una enmienda del PSE apoyada por el gabinete Maroto y Bildu, quedarán excluidas de las bonificaciones las unidades familiares con ingresos superiores a los 100.000 euros anuales. Igualmente tampoco habrá descuentos para ellas en la escuela de música Luis Aramburu, las instalaciones deportivas, la academia de folclore y la escuela de danza. Por otro lado, quienes tengan coches de gama alta afrontarán una subida del IPC en el impuesto de vehículos en vez de la congelación general.

Corren nuevos tiempos para apretar las tuercas a los ciudadanos y entidades que no conocen las consecuencias de la crisis, pero también para mantener en pie a los gasteiztarras que sí las padecen. El nuevo proyecto de ordenanzas fiscales mejora algunas de las bonificaciones contempladas para los ciudadanos de clase media y baja. Dos ejemplos: el Consistorio ha actualizado en un 10% las tablas de renta para los descuentos en el IBI destinados a familias numerosas y VPO, y ha incorporado reducciones en la tasa de basuras de las que podrán beneficiarse, según los cálculos de Bildu, hasta el 60% de la población.

l Empresas de la construcción y grandes superficies.

Licencias urbanísticas: la tarifa subirá un 20%.

Ocupación de vía pública: un incremento del 20% en las tarifas de los transformadores y un 60% más por las cajas de alta tensión.

Tasa de basuras: entre un 10% y 20% para grandes superficies en función del tamaño.

l Viviendas vacías.

IBI: entendiéndose la vivienda vacía como aquella que no tiene a nadie empadronado, se aplicará el recargo máximo que permita la Diputación, que ahora está fijado en un 50%.

Tasa de basuras: un recargo extra de 260 euros al año.