vitoria. Tuvisa rueda ya hacia 2012 calculadora en mano. La sociedad encargada del transporte público de Vitoria presentará mañana a los grupos políticos sus distintas propuestas de precios para el año que viene: congelación, subida del 3,1% o ascenso del 5%. Esto es: ajustarse el cinturón municipal en beneficio de la movilidad sostenible, adecuarse al incremento mínimo sugerido por el Plan de Movilidad Sostenible o acercarse a las tarifas de las ciudades del entorno, todas un poco más altas.

Si el Consistorio se decantara por la primera alternativa, los precios se mantendrían tal cual están ahora a excepción del bono de treinta días: pasaría de costar 25,50 euros a 29. En el caso de optar por la segunda fórmula, el ticket ordinario subiría 0,5 céntimos, el bono 2 céntimos, el abono 30D 3,50 euros, la txartela mensual de estudiantes 3,50 euros, el ida y vuelta en efectivo 5 céntimos, y el nocturno en efectivo también 5.

La tercera alternativa manejada por Tuvisa, el incremento del 5%, no tendría un efecto tan llamativo como el que cabría imaginar. Las distintas modalidades de pago pasarían a costar exactamente lo mismo que en la segunda opción, excepto en el caso del bonobus, que subiría otro céntimo más. Y aun así, el precio final sería igual que en Bilbao, 0,57 euros, y continuaría tanto por debajo del fijado actualmente para Pamplona (0,58) como en San Sebastián (0,75).

Autobuses aparte, el Consejo de Tuvisa también abordará la propuesta de explotación del aparcamiento del Iradier Arena. La intención es que sea el más barato de la ciudad por la necesidad de competir contra una oferta madura y más próxima al centro y por la crítica situación que sufre el mercado del parking con la crisis y la revolución del transporte público. Por eso, hasta diciembre se plantean precios promocionales: 0,4 euros el primer minuto, 0,0150 del 2 al 30, 0,0225 del 31 a 180, 0,0200 del 181 en adelante y todo el día 12,50 euros. "Más barato que la OTA", diría la campaña publicitaria que se plantea para darlo a conocer. Ya en 2012, la propuesta sugiere subir ligeramente la primera media hora, pero congelar los siguientes minutos. Manda la crisis.