vitoria. ¿En Vitoria podemos estar satisfechos con nuestro nivel hostelero?

Bueno, parece que Vitoria cada vez atrae más turismo...

¿A qué lo atribuye?

La cultura, la gastronomía, y que Vitoria, en definitiva, es una ciudad agradable.

¿Le ha sorprendido que Vitoria tire de los datos turísticos de Euskadi (la llegada de viajeros aumentó un 7% en julio y agosto con respecto a 2010)?

¿Sorprendido? Me ha alegrado.

Quizá no estábamos acostumbrados a ese tirón, más habitual por ejemplo en San Sebastián, que también es el referente gastronómico de Euskadi.

Pero creo que los propios donostiarras son conscientes de que Vitoria puede combatir en pintxos con ellos.

Para San Sebastián eso serán palabras mayores...

Puede ser, pero yo lo he oído de voces cualificadas de aquel lado.

Igual a Vitoria le falta su gran cocinero mediático.

Los guipuzcoanos fueron pioneros en este campo. Pero en Bizkaia igual no encuentras nombres de referencia como Arzak, Berasategui o Subijana, pero también se come muy bien.

¿Y, en Álava, dónde está esa figura?

Pues igual pasa lo mismo que en Bizkaia. Pero tenemos referentes estatales. ¿Quién no conoce a Luis Ángel Plágaro, Patxi Eceiza, Iñaki Moya, Unai Fernández de Retana, Iñaki Rodaballo, Senén...? Y otros que me habré dejado...

¿El Congreso de Cocina de Autor, que organiza el restaurante Zaldiaran, pone en valor el papel gastronómico de Vitoria?

Que haya congresos en Vitoria, prácticamente de cualquier índole, es importante para la ciudad. Y, en este caso, para los alumnos (de la Escuela de Mendizorroza) es un revulsivo clarísimo, porque pueden participar en las jornadas y ver en los fogones a estas estrellas. Asistir a este congreso les pone las pilas.

Vitoria celebrará en 2012 que somos European Green Capital. ¿Puede ser un estímulo para la hostelería?

Parece que Vitoria será protagonista en temas medioambientales, algo que de por sí es importante y que sitúa a la ciudad en el mapa, aunque creo que ya lo estaba. Si esto hace que más personas se interesen por la ciudad, bienvenido sea.

La escuela se ubica al lado de un parking disuasorio, pero que está lleno de bicis. ¿En qué medio acuden sus alumnos a clase?

La mayoría de nuestros alumnos acude en transporte público y en bicicleta. Ahora (este pasado miércoles) el parking está lleno porque hay oposiciones, pero pocos usan el coche.

¿Y usted?

Yo sí, lo reconozco.

¿El compromiso medioambiental también se puede dar en la cocina?

Por supuesto (tajante). En Diocesanas trabajamos en ese aspecto: tenemos un compromiso ambiental con Ihobe (sociedad del Gobierno Vasco de gestión ambiental), tenemos el certificado Ekoscan... Y también intentamos cada año realizar mejoras para reducir nuestro consumo eléctrico, emplear papel reciclado y otras medidas. Y también intentamos desde el centro que nuestros alumnos pongan cara a los agricultores, trabajen con productos locales de temporada, participamos en Slow Food (movimiento ecogastronómico)...

¿Le da rabia que, mientras entidades como la escuela destacan la calidad del producto, los niños pequeños apuesten por el 'fast food'?

Sí. El fast food tiene su cuota de mercado, pero aquí es pequeña si nos comparamos con otros países del entorno. Pero a veces parece difícil no caer en el fast food con esas campañas publicitarias.

¿Usted ha caído?

¿Yo? He llevado a mis hijos (risas). Pero tampoco veo a cuadrillas de gente de 30 a 35 años que, a la hora de hacer una cena, opten por un restaurante de fast food.