Vitoria ansía con todas sus fuerzas una estación de autobuses que de una vez por todas dé carpetazo a las casi dos décadas de provisionalidad con la que nació la de Los Herrrán. Sin embargo, ninguno de los dos proyectos planteados en los últimos años cuenta con el beneplácito de los vecinos. El de Arriaga, diseñado por el anterior gabinete de Patxi Lazcoz con la complicidad del PNV, levantó ampollas por la ocupación del parque más grande de la ciudad. El que ahora se contempla en Euskaltzaindia, promovido por el equipo de Javier Maroto con el apoyo de Bildu, también genera rechazos. Serían hasta 63 los autocares que entrarían y saldrían de allí cada hora, en una zona saturada ya de tráfico y, para colmo, con muchos centros escolares y apartamentos para mayores.
DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha salido a la calle y ha constatado que son mayoría absoluta los residentes que se oponen al inicio de las obras en esta plaza del barrio de Lakua. Rechazan los trabajos aunque éstos permitan poner punto y final al BAI Center, un proyecto cuestionado durante la anterior legislatura por la falta de financiación externa y por los altos gastos de mantenimento que generaría a posteriori según el plan de viabilidad entonces elaborado. Y tampoco el aprovechamiento de ese agujero para la construcción de un aparcamiento de 360 plazas hace que vean con mejores ojos la terminal del PP.
Frente a las críticas de los vecinos, malos humos que, según dicen, también se trasladarán a la atmósfera por la polución que ocasionará el incesante tráfico de buses, destaca la satisfacción de los comerciantes y hosteleros de la zona. Conciben la estación como una oportunidad para enriquecerse. A su juicio, los negocios tendrán más oportunidad de hacer caja al aumentar el número de personas que pasará por el barrio.
vecinos de euskaltzaindia
Ruido, humos y peligrosidad
Pilar y Ángel, un matrimonio residente en Duque de Wellington, tienen claro que desterrarían la estación de autobuses de Maroto al parque de Arriaga, donde iba a ubicarse la que planeaba su antecesor en la Alcaldíaz. "Habría estado mucho mejor en el parque porque se facilitaban todas las entradas y salidas de los autobuses", sostienen.
Estos vitorianos no son de los que están en contra del proyecto del PP porque se ubique cerca de su casa. "La gente se tiene que mentalizar que le tiene que tocar a alguien", afirma Ángel. Ellos la rechazan porque no quieren ver que el dinero del Ayuntamiento "se desaprovecha de cualquier forma". Y, a su jucio, éste es el caso ya que, además de generar más tráfico en una zona ya caótica, "se imposibilita la intermodalidad". El vestíbulo de la futura terminal de tren, recuerdan, está prevista en Juan de Garay. "Si hay poco dinero, que gasten bien el que tienen. ¿Para qué hicieron la anterior, la de Los Herrán? ¡Parecía un corral!", recuerda enojada Pilar, quien, a su vez, alaba lo bien que ha quedado la de Zaragoza, "con todas las conexiones habidas y por haber en un mismo lugar". Además, tampoco están de acuerdo con que el nuevo proyecto vaya a tener 360 plazas de aparcamiento. "Ahí sí y en los hospitales, como Txagorritxu, no hay suficientes", se queja Ángel.
Al igual que este matrimonio, también se muestra muy reticente al nuevo proyecto María del Rosario. "Me parece mal que la hagan aquí porque está cerca de edificios y provocará ruido y humo", detalla esta vecina del barrio, quien también hubiera preferido que la terminal se ubicara en Arriaga. "Aunque quizá tampoco fuera la mejor opción, es un lugar más espacioso y podría haberse llevar a cabo la intermodalidad", sostiene. Eso sí, ella reconoce que al menos se alegra de que el acceso de los autobuses vaya a ser por la calle Donostia y no por la suya, Rafael Alberti. "En Donostia la zona está más despejada que aquí, que hay más circulación", afirma.
Otros vecinos contrarios a que la terminal se instale en la plaza Euskaltzaindia son los de la calle Dámaso Alonso. Es el caso de Pedro, quien, además de desaprobar la contaminación, el tráfico y el ruido que se generará en su barrio, destaca con indignación los problemas que tendrán los residentes "para usar los coches". Además, tampoco está de acuerdo con que el equipo de arquitectos encargado de la readaptación del proyecto de Arriaga haya propuesto que sea la calle Donostia el lugar por el que entren los autobuses. "Con tanto vehículo parece que va a ser peligroso", explica, en alusión a los centros escolares y las rotondas que se congregan en este punto de la capital alavesa.
Pedro, sin duda, se queda con la intención de Lazcoz de localizar en la plaza Euskaltzaindia el BAI Center. Al margen de cuestiones económicas, "este proyecto iba a ser mejor para el barrio que la estación de autobuses, que sólo traerá molestias". Aunque, eso sí, recuerda que los trabajos para remover la tierra con el objeto de poner los cimientos ocasionaron ciertos daños para los residentes en Lakua. "Han quitado bastante verde y la zona del parque para los niños", apunta este hombre, quien considera que la paralización del palacio de congresos y de la música no justifica que ahora la estación se traslade a este punto para ocultar el socavón creado por aquella obra. "En cualquier caso, no me creo nada de lo que dicen ni unos ni otros porque quieren siempre hacer tantas cosas....", apuntilla.
A un conocido suyo, por eso de ser también vecino de Dámaso Alonso, más que mal, le parece "fatal" que la terminal se instale a casi dos pasos de su casa. "Los buses aquí no tienen salida. Además, en un principio, esta plaza iba destinada a poner en ella todas las oficinas municipales", rememora Eugenio. Sin ningún atisbo de duda, sostiene que la mejor de las opciones sería la de planificar la estación en la zona del vivero "o donde están las caravanas", añade. Y no es el único que pone sobre la mesa esta alternativa. También lo hacen el resto de los consultados, aunque a priori, sin reflexionar, devuelvan la pelota al parque de Arriaga.
La construcción del aparcamiento, elemento que no contemplaba la terminal de Lazcoz, no pone de mejor humor a Eugenio. "¡Que hagan un garaje en su lugar para todos los vecinos!", propone. Por otro lado, a este residente, como a muchos de sus conocidos y amigos, le preocupa más que el aumento de tráfico "la gente que va a venir". Y no se refiere precisamente a los viajeros. "Las estaciones siempre están llenas de delincuentes o indigentes". Por eso, cree que el Consistorio debería de haber consultado a los vecinos antes de materializar allí su proyecto.
no residentes en el barrio
Bien, pero no es intermodal
No son residentes de ninguna de las arterias aledañas a Euskaltzaindia, un motivo que puede explicar que a las amigas Cleo y Felisa no les parezca mal que esta plaza sea el lugar que sustituya a Los Herrán. "En algún sitio hay que colocarla y siempre que hay proyectos, la gente se queja", dicen estas dos mujeres. De hecho, a Cleo le parece que está "muy bien ubicada para salir a cualquier sitio y te quitas del tráfico de la rotonda de América Latina". Y a Felisa hasta le parece mejor opción que la del auditorio, ya que la ciudad necesitaba desde hace tiempo una terminal nueva. "Me parece bien porque se va a gastar menos dinero si se aprovecha el socavón del BAI Center". Eso sí, tanto estas vitorianas como otras personas consultadas ponen un pero: "ya no tendremos una intermodal".
Comerciantes y hosteleros
Más gente = más ventas
Los comerciantes y hosteleros de Euskaltzaindia aplauden que la terminal se ubique en este punto. Es el caso de Pablo Díaz, responsable de Biomag Computer. "En principio estamos de acuerdo con la estación por el número de gente que va a mover. Se nos conocerá más", valora este empresario, quien subraya la necesidad de amortizar el socavón del auditorio. "Hay que aprovechar ya que está hecho el agujero", opina. Una visión que comparten otros trabajadores de la zona, como Katerina, camarera del bar Galtzagorri. "De entrada parece que es una idea buena para el negocio porque supondrá más clientela". No obstante, reconoce que para el vecindario las consecuencias podrían ser muy distintas: "Más ruidos, más humos... Comprendo que puedan estar en contra".