Vitoria. Los autobuses accederán a la futura estación de Euskaltzaindia por la calle Donostia. Este cambio, a priori sencillo, permitirá evitar un problema complejo: que aumente todavía más el tráfico en la cercana rotonda de América Latina. Ésta es la propuesta que, según ha podido saber este rotativo, baraja el equipo de arquitectos que, en principio, se encargaría de adaptar el mismo proyecto que elaboró en Arriaga al hueco de la plaza de Euskaltzaindia. La Mesa de Contratación municipal prevé dar nuevos pasos esta semana para adjudicar la construcción, que contaría con un plazo de ejecución de veinte meses. Pero aún no hay una fecha de inicio.

Este cambio de ubicación no afecta tanto al aspecto externo del proyecto. El ajuste permitirá contar con los mismos materiales que se habían planteado para la terminal del parque, característica por su vestíbulo a pie de calle y su tejado en zigzag, pero también con una infraestructura de mayor tamaño y semisoterrada: no en vano, el nuevo complejo esconderá un parking de 360 plazas.

La Mesa de Contratación municipal, que se reunió ayer, prevé dar mañana nuevos pasos en este sentido. Todo parece indicar que esta labor recaería en el mismo equipo de arquitectos que se encargó de la terminal de Arriaga y, anteriormente, del anteproyecto que guió este concurso. El coste que se barajaba entonces era de 21,4 millones de euros por una estación en superficie de 25 dársenas. La adaptación de la estación de autobuses a su nuevo emplazamiento era una incógnita desde que el alcalde, el popular Javier Maroto, anunció el pasado 12 de julio que frenaba las obras del BAI Center y, además, aprovechaba el socavón ya excavado en la plaza de Euskaltzaindia para trasladar hasta este punto la estación de autobuses que el anterior gabinete Lazcoz, con el apoyo del PNV, había previsto en Arriaga.

El alcalde adelantó, durante el reciente debate sobre el estado de la ciudad, una de las características más llamativas de esta infraestructura: que contaría con un parking de 360 plazas. El primer edil explicó que, de esta forma, se respondía a las necesidades de aparcamiento planteadas por vecinos de la zona y por los trabajadores del Gobierno Vasco; además, este parking disuasorio permitirá reducir el flujo de vehículos que acceden al centro de la ciudad y, por último, su tamaño es compatible con el aparcamiento de autobuses. Porque ésa es su gran novedad: que será mayor que la estación original, por lo que también tendrá unas dársenas más amplias.