TANTAS ganas tiene Javier Maroto de alcanzar acuerdos -necesidad lo llaman algunos grupos de la oposición- , que ayer fue capaz de atender los discursos del resto de formaciones, tomar la palabra en el turno del gobierno cuando lo habitual es que hubiera intervenido el portavoz del partido en el Pleno -Idoia Garmendia- y presentar en su segunda y última intervención un decálogo de consensos a partir de los posicionamientos expuestos por cada una de las formaciones a lo largo de las tres horas y media que duró el debate del estado de la ciudad. Algunos de los proyectos son los mismos que aparecían en la primera lista de llamamiento a la unidad política presentada por el alcalde. Otros son nuevos.
El primer ámbito de consenso es el empleo, un asunto que todos los grupos municipales abordaron. Como muestra de colaboración, Maroto aceptó la petición del PNV de estudiar el plan Adoslan presentado por esta formación el primer día de la nueva legislatura y recogió la apuesta de Bildu de realizar un mapa de pabellones y lonjas industriales en desuso. Eso sí, insistió en la necesidad de afrontar desde ya su proyecto de modernización del polígono de Betoño, pese a que la oposición considera que es una estrategia a medio-largo plazo que no da respuesta a los actuales 18.000 parados de Vitoria.
La segunda oportunidad de consenso se llama Green Capital. El alcalde se comprometió a compartir la agenda de preparativos, informar del proyecto del Anillo Verde interior y seguir impulsando políticas sostenibles a lo Fuenteovejuna. También ve unidad el equipo de gobierno -al menos del PP, PNV y PSE- en el proyecto del soterramiento del ferrocarril. A preguntas de Patxi Lazcoz, el alcalde reconoció los avances dados por los socialistas en la pasada legislatura y afirmó que no tiene dudas de que finalmente saldrá adelante.
Ronda en otoño Los acuerdos vislumbrados por el primer edil gasteiztarra engloban también la creación de un espacio para el euskera, la política de personal, la configuración de un plan contra el fraude fiscal, la negociación sobre ingresos y gastos, un plan de equipamientos, la definición del futuro crecimiento de la ciudad hacia dentro y la materialización de un acuerdo en defensa de los valores democráticos.
Elaborado el nuevo decálogo, a lo largo del otoño Maroto iniciará una ronda de contactos con el resto de los grupos para avanzar y concretar todos estos inicios de consenso.