vitoria. La bicicleta ha sido la protagonista del arranque de los actos de la semana europea de la movilidad que la concejal Idoia Garmendia presentó el viernes. Las iniciativas para promover su uso arrancaron con cursos para manejarse sobre dos ruedas -con 29 participantes- y las clases de seguridad vial impartidas en tres centros escolares de Vitoria: San Martín, Judimendi y Jesús Obrero. Y concluirán el día 22 con la marcha Mugituz Gasteiz, que se celebrará con motivo del Día sin coche, con un recorrido de 8,5 kilómetros. En medio, una gincana de cicloturistas el sábado y la tradicional marcha Olaguíbel, que ayer partió del kiosko de La Florida con 117 inscritos, y el objetivo de reivindicar un año más el uso de la bici en la ciudad al tiempo que los participantes descubren los elementos arquitectónicos más singulares de Gasteiz. Este año con un recorrido que ha servido para descubrir parques, plazas y otros espacios públicos en los que se hace visible la eficiencia energética de distintas construcciones de la urbe.

Y todo ello en medio de la preocupación por el aumento de robos de bicicletas -1.260 a lo largo del último año-. Y es que, Vitoria se debate entre el empeño por fomentar el uso de un medio poco contaminante, más aún de cara a su reinado como Green Capital 2012 y el deber de hacer algo para frenar los continuos hurtos de bicicletas -3,5 al día-. En la calle, mientras, los usuarios no se amedrentan, aunque sí se muestran cada vez más indignados.

El Ayuntamiento ha puesto en marcha un plan para tratar de atajar los robos, que se han triplicado desde 2009. La concejal de Seguridad Ciudadana, Marian Castellanos, ha anunciado una línea de coordinación entre la Policía Local, que recibe las denuncias, y la unidad especializada en buscar a los ladrones. De momento, por si acaso, 1.473 vecinos ya han optado por registrar su bici en los dos años y medio que lleva funcionando el sistema. Otros 300 han implantado en sus bicis un marcaje, consistente en colocar en un taller un tornillo con códigos que refuerzan la identificación, con un coste de 20 euros, aproximadamente.

Al margen de estas incidencias, los cicloturistas cada vez son más en la capital alavesa y su opinión cuenta, pese a que todavía la red de bidegorris es insuficiente, con zonas inconexas, y algunos de los tramos presentan deficiencias, según denuncian asociaciones como Bizikleteroak.

Deberes para la Corporación municipal que también tendrá que dar un paso adelante en la redacción de la ordenanza de la bicicleta, es decir, una normativa que regule por dónde pueden y no circular los cicloturistas y así evitar los habituales conflictos que se dan con vehículos y peatones. La legislatura pasada se llegó a hablar, incluso, de la posibilidad de multar a los conductores de bicicletas que no cumplan con sus obligaciones. Una medida demasiado impopular para ser aprobada.

Otra de las cuestiones pendientes que tendrá que abordar el Gobierno de Maroto se refiere al funcionamiento del Servicio de Préstamo municipal, un sistema que ahora es gratuito en Vitoria -una de las pioneras-, aunque en otras ciudades del Estado ya se paga un alquiler por utilizar este medio. La medida ya estaba en la agenda de la exconcejal Alba Cañadas, pero una y otra vez se retrasó.