Vitoria. La asociación de concejos de la zona rural (Acovi) recordará hoy a los grupos municipales la "deuda" de Vitoria con los pueblos. Los representantes de estas entidades locales quieren explicar a los partidos que Gasteiz no sólo es una ciudad, sino también un municipio. Y, por ello, durante el tradicional recorrido por los mojones de Olarizu, el que discurre por los límites de la urbe, Acovi reivindicará que la zona rural también vive al límite. Ante todo, por la necesidad de infraestructuras básicas y de una solución de transporte público.

La presidenta de Acovi, Miren Fernández de Landa, será la encargada de trasladar este mensaje a la Corporación municipal. Reconoce que es el mismo de todos los años, pero por eso precisamente estas demandas tan arraigadas urgen una solución. "Necesitamos actuaciones en infraestructuras básicas, como en las redes de saneamiento, en el soterramiento del cableado... Son inversiones muy necesarias que llevan años ralentizadas", lamenta. Y Fernández de Landa no se contenta con que estas inversiones figuren en los próximos presupuestos municipales: quiere que lo contemplado se ejecute. Porque, si no, "ocurrirá como otros ejercicios: que las Cuentas son muy bonitas, pero no se cumplen".

La representante de Acovi tampoco se olvida de otra demanda clave, el transporte a la zona rural. Fernández de Landa confía en que el nuevo ejecutivo Maroto -el alcalde no estará hoy en Olarizu, al estar en Bruselas por cuestiones vinculadas a la Green Capital- continúe con las conversaciones que, tras muchos dimes y diretes, inició el anterior gabinete con la Diputación para solventar las necesidades de movilidad de la zona rural. En más de una ocasión, desde los pueblos han lamentado que en este tema se sienten ciudadanos de segunda.

En este sentido, los representantes de la zona rural también lamentan que, con demasiada frecuencia, los políticos "se olvidan de que Vitoria es un municipio", y hablan con frecuencia de la ciudad pero no de sus pueblos. Fernández de Landa pone un ejemplo claro: el título de European Green Capital 2012. La portavoz de Acovi explica que, al hablar de las claves de Vitoria para convertirse en ciudad verde -los humedales de Salburua, el plan de Movilidad Sostenible, la apuesta por la bicicleta...-, a menudo la clase política se olvida de la zona rural. Y de cómo el sector primario ha servido de barrera para que Vitoria no pierda su color.

El anuncio del alcalde de que ahora prima la austeridad, además, tampoco invita a la tranquilidad de unos concejos que dependen de la voluntariedad de sus integrantes y de subvenciones clave. "Si en época de vacas gordas ya arrastrábamos necesidades, ahora que se anuncian recortes nos echamos a temblar", admite. Fernández de Landa apunta que mantener la ayuda municipal resulta vital para organizar actividades culturales y deportivas en los pueblos. Acovi ya cuenta, en cualquier caso, con el compromiso del ejecutivo de que estas partidas se mantendrán.

La festividad de Olarizu, con su recorrido de casi nueve kilómetros por los hitos de la ciudad, supone una nueva oportunidad para que los pueblos planteen in situ sus necesidades, algo aún más directo que la otra cita clave para estas reivindicaciones rurales: la visita del 15 de mayo de los agricultores a la Casa Consistorial con motivo de la festividad de San Isidro. Tanto en una fecha como en otra, desde Acovi plantean las mismas demandas, y eso que más de un concejal "se pregunta por dónde vamos a salir". En el caso de la visita a los mojones, Fernández de Landa reconoce que su intención es conocer "la voluntad" de los diferentes grupos para trabajar por el municipio. Y por todos sus rincones. Un nuevo curso político arranca en el Ayuntamiento de Vitoria, mientras la zona rural se siente aparcada a la espera de mejoras.