vitoria. Las bicis son para el verano, pero el funcionamiento a medio gas del servicio de préstamo de Vitoria impide a muchos experimentar la conocida máxima. Ya sea porque la crisis ha atado en corto a miles de vitorianos o porque han aumentado las turistas, un año más los usuarios alertan de que los ocho espacios dispuestos para el mes de agosto "se quedan cortos" y que la oferta está "mal distribuida". Mientras los puntos de la periferia respiran a ratos, la Oficina de Turismo, Artium y los dos únicos centros cívicos que disponen de este servicio, El Pilar y Aldabe, suelen agotar su género a primera hora del día. Así que para pedalear gratis no queda otra que madrugar o, si se necesita en un momento preciso, confiar en que alguien devuelva el vehículo justo en ese instante.
"El Ayuntamiento debe ampliar el servicio o poner más bicis", piden los usuarios consultados a pie de calle. Ayer en Aldabe, la situación pintaba especialmente deficitaria. Según una trabajadora del centro cívico, todos los días los vehículos vuelan "en unos diez o quince minutos", a contar a partir de la apertura a primera hora de la mañana de esta instalación. La velocidad con que desaparecen se explica por la combinación de varios factores: la disminución del número de puntos de préstamo, la ubicación estratégica del equipamiento y la permanencia en Vitoria durante las vacaciones de la mayoría de sus clientes habituales, de origen extranjero. Además, la flota se reduce a quince bicicletas, así que a partir de las 10.00 horas resulta ya muy difícil lograr una. "Quizá sobre las dos de la tarde... Y hay que tener suerte", reconoció la empleada.
En el otro centro cívico que ofrece el servicio este mes, el préstamo también se encuentra en manos de los más madrugadores. Ayer a las 13.00 horas, el aparcamiento de bicicletas de El Pilar estaba hueco. "Es que desde las 10.15 no nos queda ni una", matizó una de las trabajadoras de la instalación. La mayoría de los usuarios de agosto son estudiantes que utilizan este vehículo para desplazarse desde la biblioteca del centro cívico hasta sus domicilios, un perfil similar al del resto del año aunque con la diferencia de que "sólo ofrecemos unas quince bicis". Además, de vez en cuando aparecen por allí "algún que otro turista extranjero o familias procedentes de otras comunidades autónomas", añade, así que en esas circunstancias hasta usuarios habituales se han quedado en el arcén. Como Alfredo, universitario. "Hace unos días desayuné un poco más tarde de lo habitual y para cuando vine habían desaparecido todas".
La dificultad para conseguir una bici es el pan de cada día en la Oficina de Turismo. A pocos vitorianos se les ocurre hacer uso de este dispositivo y unos cuantos visitantes son derivados hacia otros puntos de préstamo. Ayer a mediodía, el parking estaba vacío. A media tarde, había dos vehículos. Y ya estaban reservados. "Nos vamos a ver el Anillo Verde y nos han recomendado partir desde el centro. Luego las dejaremos en Gamarra y cogeremos un autobús para volver", explicó un joven matrimonio catalán, amante de las ciudades pequeñas y de la naturaleza.
Precisamente en Gamarra es donde menos complicaciones se presentan para salir rodando. Este punto, que se habilita únicamente en verano, no obliga a madrugar. "Tenemos alrededor de diez bicicletas. Por la mañana, la oferta es suficiente. Si se agotan, es de cara a la tarde, sobre las 19.00 horas", explica una trabajadora del parque, quien apunta que los demandantes del servicio suelen ser sobre todo "ciudadanos que se acercan hasta aquí para luego dar un paseo por el pantano en bici". No obstante, el resto de puntos habilitados fuera del centro registran bastante más trajín que éste y las mismas peticiones a favor de que se incremente el número de bicis disponibles.
La actividad en el parking naranja del centro comercial El Boulevard está siendo constante, aunque no de forma tan exagerada como en agosto de 2010. "Lo del pasado verano fue impresionante... Ahora, se suelen agotar a mediodía, aunque al rato pueden aparecer otras", explica la responsable encargada del servicio. En E-Leclerc, ayer a mediodía quedaban algunos vehículos libres. Sin embargo, quienes los usan saben que "no es tan fácil conseguirlas, por tanto en verano como el resto del año siempre hay mucho movimiento".
Tras el pasado verano, la entonces concejala de Medio Ambiente, Alba Cañadas, se mostró dispuesta a estudiar la posibilidad de aumentar la oferta para este mes de agosto. Sin embargo, al final se optó por mantener los ocho puntos de recogida y entrega. Una decisión que, un año más, ha quedado en entredicho. La movilidad sostenible, con la crisis y el creciente turismo, está en alza.