vitoria. Cuando un chaval participante en el último curso de la Agenda Escolar 21 le preguntó a Patxi Lazcoz, ya alcalde en funciones, sobre el nuevo servicio de alquiler de bicicletas que quiere poner en marcha el Ayuntamiento -automático, de pago y con más horas de uso-, la respuesta no pudo ser más clara. El dirigente aseguró que mantenía sus previsiones de empezar a finales de este año a cobrar por el sistema a través de la tarjeta BAT. No obstante, según el gabinete de Javier Maroto, el servicio se pospondrá a primavera.
El plan heredado del PSE establece un calendario que hace imposible cumplir con el propósito de Lazcoz. Según explicaron fuentes del equipo de gobierno a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el Centro de Estudios Ambientales (CEA) está estudiando en la actualidad las cinco propuestas presentadas al concurso para revolucionar el sistema municipal de préstamo de bicis. La previsión es que en septiembre esté hecha la evaluación de cada una, de forma que en el mes de octubre o, como muy tarde, en noviembre se adjudique el contrato al mejor postor.
A partir de la firma, la empresa adjudicataria del servicio dispondrá de cinco meses para preparar el terreno y poder poner en marcha el nuevo sistema. Por tanto, según el planning del gabinete de Maroto, los cambios se plasmarán a pie de calle a lo largo de la próxima primavera y no a finales de año como anunció desde el principio Lazcoz. Así que la partida de 1,5 millones de euros que se incluyó en el apartado de gastos en el Presupuesto de este año -y otra con la misma cuantía en el capítulo de ingresos- no tendrá efecto.
Polémicas aparte, al menos Vitoria podrá celebrar su hemiciclo como Capital Verde Europea 2012 con un sistema de alquiler de dos ruedas acorde a su reconocimiento. Aunque la ciudad marcó un hito como pionera en la puesta en marcha del servicio de préstamo de bicicletas, con el paso del tiempo el modelo ha perdido fuelle y se ha quedado atrás. La nueva fórmula, por contra, conlleva importantes ventajas. Los ciudadanos podrán coger las bicis a cualquier hora a través de la tarjeta BAT, lo que les permitirá también disfrutar del sistema de transbordos con el autobús y el tranvía. Además, el Consistorio tendrá la capacidad para aumentar el tiempo de uso e incrementar con más facilidad que ahora los puntos de reparto, de forma que nadie necesite saber dónde están, sino que surjan a su paso.
Sobre esta base, ahora queda concretar las tarifas de alquiler, que podrían ser distintas en función del usuario, con bonos de familia o precios para ciclistas fieles. Además, el Consistorio tendrá que analizar si es necesario contar con patrocinadores para costear la fórmula total o parcialmente y estudiar qué sistemas informáticos y qué infraestructuras son las más adecuadas para impulsar el nuevo servicio.