vitoria. El plan de recortes ideado por el gabinete de Javier Maroto no ha gustado a nadie, ni siquiera a Bildu, con quien el PP ha contado para frenar el BAI Center y ahorrar así una gran cantidad de dinero que en estos momentos no procede gastar, en opinión del alcalde. La oposición cree que los populares mienten cuando dicen que el paquete de medidas presentado el jueves no afecta ni a las políticas sociales ni al empleo, por lo que plantea que el tijeretazo se dé de otra forma.
Los grupos políticos llegaron ayer al Consistorio con los deberes hechos, todos menos el PSE. Mientras que PNV y Bildu plantearon actuaciones concretas que permitan controlar los gastos, los socialistas se limitaron a negar ese supuesto agujero económico de 25 millones de euros al que hace referencia el PP y que para el PSE no es más que una "estrategia global" que está utilizando esta formación allí donde ha alcanzado el gobierno, como en Logroño, Castilla-La Mancha o Aragón. "Utilizan el mismo discurso: primero descubren y denuncian un agujero, luego apelan al rigor económico y finalmente construyen la excusa que justifique la necesidad de hacer recortes", explicó ayer la concejala Marian Gutiérrez, quien fuera responsable de Hacienda en la anterior legislatura.
Para los socialistas no son necesarios los recortes, algo en lo que difiere la coalición que agrupa a la izquierda abertzale. Para Bildu el reajuste es obligatorio pero debe ejecutarse en partidas de mayor calado. Así, propone "adelgazar" el presupuesto con la paralización de las obras del auditorio, el soterramiento u otras actuaciones que no ven tan prioritarias, como la Escuela de Folklore y Música o la reforma de las zonas industriales. Aboga por recortar el presupuesto de la Agencia de Renovación Urbana y plantea, además, evitar la entrada del tranvía en Abetxuko. "Hay que quitar de en medio las fantasías del anterior Gobierno municipal y los proyectos no compartidos por la ciudadanía", explicó Antxon Belakortu.
En relación al paquete de medidas propuesto por el PP, Bildu cree que se ha "traspasado la línea roja" ya que los recortes afectan a las políticas sociales y al fomento de empleo, por lo que a su juicio demuestra que han sido elaboradas "por la derecha más reaccionaria". "En este sentido, vamos a estar en contra de quienes quieren desmontar el estado de bienestar", añadió.
Igual de crítico fue ayer también el PNV con el recorte económico introducido por el Gobierno municipal, que alcanza una suma de 10 millones de euros, ya que a juicio de su portavoz, Gorka Urtaran, "atenta directamente contra la calidad de vida de la ciudadanía". "El alcalde ha traspasado las líneas rojas que marcó el PNV para llevar a cabo un ajuste presupuestario", señaló. Por ello, ha pedido la comparecencia urgente del concejal de Hacienda para explicar los motivos que le han llevado a adoptar estas decisiones.
Para Urtaran, este paquete de medidas es "innecesario" cuando existen alternativas para cubrir el presunto déficit presupuestario. En este sentido, propone utilizar los 18 millones de euros que, según sus cálculos, quedaron sin utilizar el año pasado dentro de los proyectos del BAIC y de la estación de autobuses. "Si utilizara el remanente ahorraría el doble, y si no lo hace sólo podemos entender que el PP quiere reservarlo para las indemnizaciones derivadas de la paralización de los dos proyectos", añadió el portavoz del PNV.