vitoria. Dentro de su pregonada política de austeridad, el nuevo alcalde de Vitoria ha procedido a realizar varios recortes de tipo simbólico que socialistas y jeltzales temen que sean el precedente de un tijeretazo de consecuencias mucho más importantes. El aprobado ayer fue uno de esos de poca cuantía económica, aunque ni él mismo se esperaba que fuera a formar parte de su plan. "Me sorprende tener que tomar esta medida", afirmó manteniendo por unos segundos el suspense para luego revelar la noticia: 70 personas han estado disfrutando del carné de las piscinas gratis, 47 de ellas técnicos municipales que no lo necesitaban por motivos de trabajo, y 23 ex funcionarios.
La eliminación de esos pases permitirá al Ayuntamiento embolsarse 4.995,50 euros. Una cantidad nimia a la que, sin embargo, Maroto dio mucha importancia por su trasfondo. "Aquí no va a haber privilegios para nadie. Además, la Asesoría Jurídica nos asegura que este privilegio no estaba reconocido en ninguna parte", subrayó el primer edil, quien citó los departamentos de Urbanismo y Cultura al hacer alusión a las 70 personas que han hecho uso de estas instalaciones municipales sin necesidad de sacar la cartera durante mucho tiempo.
Maroto repitió varias veces su aviso a navegantes. "Cada vez que me encuentre con una medida que no se comprende con los criterios de austeridad y rigor, no me va a temblar el pulso y la voy a eliminar", aseguró el alcalde, quien al preferir no mirar hacia atrás dejó en el aire la sospecha de los carnés gratuitos podían venir de mucho antes de la legislatura socialista. "Tal vez en su día hubo razones para dar esos pases, pero ya no las hay" es lo que se limitó a decir a la hora de señalar a los posibles responsables.
Este último recorte se suma a otros dos de cuantía superior aunque no llamativa: la supresión de la gaceta municipal, que le costaba al Ayuntamiento 22.000 euros mensuales, y la cancelación de la recepción oficial del día de La Blanca, que obligaba a sacar cada año de la hucha del Ayuntamiento 27.000 euros.