vitoria. "Nos toca tomar medidas inmediatas, de grueso calado, para garantizar la estabilidad del Ayuntamiento". Después de advertir en repetidas ocasiones, aunque sin aportar demasiados datos, sobre la grave situación económica que se ha encontrado tras acceder a la Alcaldía, Javier Maroto diagnosticó ayer con los números en la mano la salud de las arcas municipales. Y atendiendo a sus conclusiones, basadas en cinco informes realizados por los técnicos y el interventor general, el panorama invita a la preocupación. La principal es que el Consistorio vitoriano prevé cerrar el actual ejercicio con un déficit de 25 millones de euros, un desequilibrio entre ingresos y gastos heredado, al margen de la crisis, de la "mala gestión" del anterior equipo de gobierno socialista. Maroto anunciará hoy el primer paquete de medidas de recorte para solventar este y otros desaguisados dados a conocer en su comparecencia ante la Comisión de Hacienda. El alcalde prometió, como ya hiciese en la campaña electoral, que no aumentará los impuestos municipales durante toda la legislatura.

Los técnicos y el interventor concluyen que este agujero viene originado porque en el Presupuesto de este año 2011 los ingresos "se inflaron" vía impuestos, y sobre todo, con la previsión de venta de suelo municipal, "ingresos ficticios" a juicio de Maroto, que vista la coyuntura de crisis "no tienen indicios de poder hacerse efectivos a medio plazo". Uno de los informes insta a realizar varias medidas de ajuste para corregir el desfase, entre las que destacan la disminución de los gastos corrientes o el incremento de los ingresos a través de tasas o precios públicos, recortes que Maroto asumirá hoy como propios. "Habrá que hacerlo casi todo", advirtió. Medidas "difíciles" que poco tendrán que ver con las que hasta el momento ha tomado el alcalde, de carácter simbólico, como la supresión de la gaceta municipal o la recepción de La Blanca.

El interventor alude a varios "desequilibrios" en las Cuentas, hasta seis, entre los que destacan la ausencia de ahorro neto, el incumplimiento de la estabilidad presupuestaria, la disminución de la capacidad para hacer frente a nuevos endeudamientos o las "tensiones temporales" en la liquidez de la tesorería. De forma más concreta, Maroto desveló que deberá rascar de otras partidas al menos 2,5 millones de euros para pagar las nóminas de los funcionarios municipales a final de año porque, según los técnicos, no se ha producido el ahorro del 5% previsto en el Presupuesto en materia de absentismo y "se contrataron más funcionarios interinos" de los previstos.

Otro informe delata que el Ayuntamiento no destinó la reducción del 5% de la masa salarial de este colectivo dictada desde Madrid para reducir el déficit público, tal y como exigía el decreto-ley. El ahorro habría supuesto una reducción de casi nueve millones de euros en la deuda global del Consistorio, que supera los 120. El alcalde también advirtió de que el Ayuntamiento tiene un descubierto bancario de 24 millones de euros, números rojos que imposibilitarán asumir determinados pagos, o que se carece de una partida específica para pagar los 1,4 millones de euros destinados a la ampliación del tranvía en Abetxuko, una realidad que ya destapó el lunes. Tras un encendido debate, el alcalde censuró al PSE por haber acudido a la comisión "a pedir explicaciones" en lugar de hacerlo "para pedir disculpas".