Vitoria. Seis años han pasado desde que el Ayuntamiento abordó por primera vez la necesidad de convertir los Montes de Vitoria en parque natural. Y siguen sin declaración. El gabinete Lazcoz no inició los trámites administrativos hasta principios de 2010, instigado por el resto de partidos y con la amenaza de la ruta de alta tensión Castejón-Gasteiz acechando el entorno. Así que va a ser el equipo de gobierno del PP el que se encargue de acelerar el proyecto. En los próximos días, la concejala del Departamento de Medio Ambiente, Idoia Garmendia, va a enviar una carta a su homóloga del Gobierno Vasco, el organismo encargado de lograr la armadura una vez solicitada por el Consistorio, para saber en qué fase se encuentran los trabajos.
A Garmendia le gustaría que los Montes de Vitoria alcanzaran esta especial figura de protección para el próximo año, ya que en 2012 Gasteiz será European Green Capital. Otra cosa es que su deseo se vea cumplido. Para conseguirlo, el Gobierno Vasco debería haber culminado al menos el primer paso del proceso: la elaboración del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de este enclave. Y, de acuerdo con las declaraciones de la anterior concejala de Medio Ambiente, en septiembre del año pasado todavía no había empezado a realizarse el estudio. Además, tras ése hay que elaborar otros para saber cuántas hectáreas caben en el parque natural, qué zonas hay que proteger más que otras... Informes todos que, según la propia edil socialista, durarían entre uno y dos años.
El PP está empeñado, en cualquier caso, en apremiar al Gobierno Vasco para imprimir un ritmo mayor al proceso. La declaración de parque natural de los Montes de Vitoria está llamada a ser uno de sus compromisos prioritarios, más aún teniendo en cuenta el nombramiento de Luis Andrés Orive como coordinador general de Medio Ambiente. El que fue director del CEA durante dos décadas, hasta la llegada al poder de Patxi Lazcoz, considera al Anillo Verde y los Montes de Vitoria, juntos en un armónico paquete, como "el proyecto urbanístico de más entidad de toda la historia de la ciudad". Al primero lo ha definido siempre como "un catalizador de relaciones de calidad hacia el exterior y alimento para mejorar los espacios internos de la ciudad". Y a los segundos, "una fuente de materia, energía, agua y oxígeno" que alimentan toda Gasteiz.
Declaraciones evocadoras que nada tienen que ver con el tono del debate sobre los Montes de Vitoria. Las críticas comenzaron desde que el PSE tomó la vara de mando. A los pocos meses, los populares acusaron a Patxi Lazcoz de olvidarse de las medidas iniciadas por Alfonso Alonso para proteger este entorno de alto valor ecológico y paisajístico, y éste les reprochó que aquellos trámites contemplaban sólo la zona que se ubica en nuestro término municipal, y no todo lo que sigue hasta Castilla y León, así que, como mucho, el Ayuntamiento habría logrado llevarse a casa la denominación de espacio natural. Un reproche -desmentido por el PP- al que siguió un compromiso: "ir a por todas implicando al Gobierno Vasco, que es el que tiene la competencia".
Era noviembre de 2008. En noviembre de 2009, el PP, PNV, EB y EA tuvieron que presentar una moción en bloque para arrancarle un nuevo compromiso a los socialistas. No se sabía nada del tema. Los aludidos alegaron que se había "hablado mucho" con el Gobierno Vasco, aunque no tanto como para haber dado luz verde al procedimiento, y anunciaron la puesta en marcha de un plan de recursos forestales, estudio para el que no se necesita contar con el Ejecutivo autonómico pero que es imprescindible para lograr el de ordenación de recursos naturales. En enero de este año no había finalizado. Y tampoco posteriormente ha habido noticias al respecto.
Mientras tanto, los Montes de Vitoria no han dejado de sufrir amenazas: el parque eólico de Trebiño, la red de alta tensión y la cárcel de Zaballa. ¿Serán las últimas?