vitoria. El PP se ha estrenado en el gobierno alertando de que la situación económica del Ayuntamiento es grave, pero aún no hay un informe global con cifras. ¿Esto no es desatar fuegos sin esperar a tener la manguera para apagarlos?

Cuando se trata de dinero público, que no es nuestro sino de todos los ciudadanos, hay que ser extraordinariamente precavido y cuidadoso. Nosotros estamos dando los pasos para saber cuál es la situación real y, conforme vamos teniendo datos, los ofrecemos a los medios de comunicación. Apostamos por la prudencia, pero también por la transparencia.

Hablemos, pues, de los pocos números que han transcendido. ¿Hay un agujero de 24 millones en Tesorería, como dice el PP, o solvencia, como interpreta el PSE?

La Tesorería es la liquidez: cuánto tiene el Ayuntamiento en sus cuentas. Pues bien, cuando el PSE tomó las riendas de la ciudad había 40 millones de euros en el día a día del Consistorio. Hoy en día tenemos un déficit de 24. Eso significa que se ha gastado todo el dinero líquido y, además, se ha acudido a cuentas de crédito para disponibilidades puntuales. Es una diferencia muy importante. ¿Que tenemos un informe del tesorero que dice que es suficiente, como alega el anterior gobierno? Vale, todavía podríamos seguir disponiendo de fondos para seguir pagando. Pero el alcalde ha recibido advertencias del equipo técnico asegurando que nos encontramos en un momento muy preocupante.

¿Qué le echa en cara al anterior equipo de gobierno?

El problema no es la crisis económica, porque la hubo para todo el mundo, sino que el gobierno fue incapaz de afrontar la situación. Es lo que siempre hemos achacado. Mientras todo el mundo era consciente de la crisis, siguió actuando como si la fiesta no tuviese fin.

En su favor, el PSE alega que recibió una deuda de 90 millones de euros y un alto gasto corriente pese a que en la era de Alonso no hubo crisis.

Las situaciones cambian. Heredaron una administración muy saneada, pero no supieron afrontar que empezaba un ciclo diferente. Lo que están haciendo los socialistas es intentar echar la culpa a otros, pero evidentemente esto no es creíble.

Sin embargo, cierto es que el PSE ha amortizado más deuda que el anterior gobierno del PP. Explíquelo.

Ese comentario que ellos mismos han lanzado en los últimos tiempos me hace mucha gracia. Me recuerda al cuento del herrero, aquél que decía "yo pierdo un céntimo por cada clavo, pero no me importa porque hago muchos clavos". Esto es igual. El que más deuda amortiza es el que más deuda contrae. Además, de la deuda viva que tenemos ahora, el 57,7% está contraída por el PSE en cuatro años. Y el resto, por el resto de corporaciones.

Otra bomba revelada por el alcalde: se han contratado obras por valor de 12,8 millones de euros financiadadas con ingresos ficticios -ventas de suelo que no se han consumado-. Esto a un ciudadano de a pie no le entra en la cabeza.

Sí, es muy difícil entenderlo. Para gastar algo, sobre todo en el Ayuntamiento, tienes que decir cómo lo vas a gastar. Y resulta que ellos han contratado, realizado y pagado obras sobre ingresos que no existían. Dijeron que iban a obtener 23 millones de euros de venta de suelo. Y sobre esa previsión empezaron a contratar y pagar obras... Pero no han logrado ni un céntimo. Es una situación dramática y especialmente grave porque a ellos no les ha podido sorprender la situación. Sabían de antemano que no iban a vender suelo.

De hecho, apenas se lograron ingresos el año pasado en este concepto.

Sí. Y aun así, han hecho esto.

¿Y ahora de dónde se puede sacar el dinero que falta?

Es una de las preguntas que me están quitando el sueño. Ahora estamos recabando informes para saber cuál el montante total del problema económico de este Ayuntamiento para, una vez definido el conjunto, tomar las decisiones oportunas.

¿Así que todavía es demasiado pronto para que nos adelante alguna de las posibles herramientas para solucionar el entuerto?

Es prematuro adelantar medidas. En cualquier caso, hay que hacer un plan en el que se impliquen todos los grupos municipales para, entre todos, buscar una salida. Estamos a tiempo, pero necesitamos estar unidos. Además, el Ayuntamiento no se merece estar en esta situación económica cuando tiene los mimbres, la capacidad y la estructura para estar en una posición más relajada. Aquí ha habido una ignorancia completa de cuál era la realidad económica.

Más que nunca, ¿es el momento de aparcar el BAI Center?

Tal y como estaba planteado no es posible. Hay que reformularlo y hacerlo en otros términos. De todas formas, el problema de este tipo de proyectos no es sólo el gran gasto de inversión, sino el del día a día. Ni siquiera con las previsiones optimistas del PSE, el BAI Center lograba un equilibrio de gastos e ingresos.

¿Se puede devolver la solvencia al Ayuntamiento sin recortar servicios ciudadanos y sin despedir trabajadores municipales?

Ya sé qué la anterior concejala de Hacienda ha insinuado que esto es lo que podríamos llegar a hacer. Yo creo que pueden existir fórmulas más imaginativas.

¿Se compromete, por tanto, a no llegar a medidas tan radicales?

Sólo puedo decir que el plan para buscar soluciones lo vamos a hacer con el mayor consenso posible. Evidentemente, no hay una varita mágica. En cualquier caso, es cierto que el verdadero drama de esta situación es que todos los ciudadanos vamos a tener que pagar por todos esos gastos que se han contraído alegremente, sobre ingresos ficticios.

Y una forma de pagar por ello es aplicar una subida de impuestos, aunque en los últimos cuatro años el PP ha apostado por la congelación. ¿Cambiará el discurso?

Nosotros no apostamos por una subida. Queremos mantener la calidad de vida de los vitorianos y mantener los servicios. Habrá que hacer sacrificios en algunos ámbitos, pero la idea de inicio es que esta situación creada por la mala gestión del PSE tenga el menor coste posible para los ciudadanos.

¿Se plantean derivar servicios que ahora asume el Ayuntamiento y que en realidad no le competen?

Sí. Hay que centrarse en lo que es nuestra competencia y ser muy selectivos allí donde invertimos. También hay que tomar medidas para no dejar recursos ociosos, como el parking de la plaza de toros. Está parado y sin ningún plan de uso. En definitiva, hay distintas medidas que se pueden tomar, y creo que muchas de ellas residen en poner en mejor uso los propios recursos con los que cuenta el Ayuntamiento.

Ha heredado el Presupuesto "de las personas". ¿Lo va a rebautizar?

Eso del Presupuesto de las personas fue un eslogan que se sacó el anterior gobierno para disimular, porque en realidad es el Presupuesto de los sueños, imaginativo, totalmente irreal...

El interventor alertó de que se incumplía la estabilidad presupuestaria.

Eso significa que tenemos un ahorro neto negativo. A grandes rasgos, quiere decir que gastamos más de lo que ingresamos.

En esta pasada legislatura, se puso en marcha una ponencia de fiscalidad para saber cuánto cuestan realmente los servicios y qué debe pagar la ciudadanía por ellos. ¿Ya se han analizado todos los impuestos, tasas y precios públicos?

Está casi terminada. Algunas conclusiones ya se han aplicado y otras no, pero hay un margen de maniobra que no se ha tenido en cuenta. Cuando la ponencia nos decía "este servicio cuesta tanto", la única opción que contemplaba el PSE era "cómo vamos a aumentar los ingresos para cubrir los gastos". Lo que nosotros decimos es que tenemos que mirar qué podemos hacer para que sea más barato. Porque quizá hay otros métodos para realizar lo que realizamos todos los días, pero mucho más económicos. Eso es algo que las empresas hacen, con planes de mejora continua. Y eso es lo que necesita el Ayuntamiento, un plan de mejora basado en la eficiencia. Entre todos debemos buscar la fórmula de hacer más o lo mismo con menos dinero.

Esa es la máxima del alcalde.

Es que la situación es muy preocupante. Por eso, es el momento de sentarse, ver el cuadro en su conjunto y, a partir de ahí, empezar a pensar soluciones y ponerlas en práctica. No tenemos mucho tiempo.

¿Y sin dejar de cumplir el programa electoral del PP?

Sí. Pero el programa electoral está muy centrado en la contención del gasto, con medidas realizables sin demasiados recursos y que se pueden poner en práctica sin disparar la deuda del Ayuntamiento.

Así que esta no va a ser la legislatura de los proyectos con nombre propio (Kronos, Alhóndiga, BAIC...).

Será la del sentido común y de estar centrados en los verdaderos problemas de los vitorianos.