vitoria. No parecía verano ayer en Vitoria. La estación del calor se estrenó con ironía, pero Judimendi supo poner al mal tiempo una azucarada sonrisa. En el día previo a las fiestas del barrio, el parque del Polvorín se convirtió en lugar de adoración para los chavales de la zona. La comisión organizadora de los actos preparó una chocolatada y, como cabía esperar, la respuesta al festín fue fantástica. Los niños se pusieron las botas hasta no dejar ni rastro del tentador manjar. Y los mayores, también.
Una vez más, quedó demostrado que no hay dulce que amargue, así como que si algo caracteriza a Judimendi es la unión vecinal. Un espíritu de hermandad envidiable que ya se ha palpado en las distintas actividades celebradas desde el pasado sábado como preludio a las fiestas del barrio. Por eso, todo indica que el txupinazo será todo un éxito. El cohete explotará a las 20.00 horas en la plaza Sefarad y, sin tiempo a digerir el sonado comienzo de las jaiak, justo quince minutos después empezará la morcillada en el Zabaltegi. Con el estómago contento, será el momento de bailar con Joselu Anaiak o de acercarse a las hogueras.
Mañana, la marcha continuará en la plaza Sefarad con dantzas a las 20.00 horas y, a partir de las 22.00, con los conciertos de Ze Esatek!. Garraxika eta Tu madre me llama tigre. La mejor forma de seguir activos para afrontar un sábado dedicado especialmente a niños y adolescentes. El Polvorín acogerá por la mañana a Gargantúa y un castillo hinchable, y Sefarad será el escenario vespertino de diversas actuaciones juveniles (bailes, canciones...) y el lugar escogido para la verbena nocturna, que correrá a cargo de Lisker.
Especialmente bailarín y sabroso será el domingo. La plaza Sefarad acogerá a mediodía una exhibición de salsa, y por la tarde, la Fiesta de Nuestros Mundos, con conciertos y una cena popular. Además, a las 12.30 horas, el colegio de Judimendi celebrará un asado de pintxos de Eusko Label. Rico, rico...