vitoria. Un paso más, un apoyo menos. Los nuevos trámites de la redensificación no contaron ayer con el apoyo de PP, EA y EB. La postura de Ezker-Batua-Berdeak, que se abstuvo durante la sesión plenaria por dudas en torno al reparto de los beneficios, dejó a este proyecto para aumentar la densidad de viviendas en los nuevos barrios con el único apoyo de PSE y PNV. Y los jeltzales también advirtieron de que, pese a dar luz verde ahora a estos trámites, la forma de llevar los planes a la realidad obligará a vigilar al detalle cada paso. Es decir, que el debate aún no ha acabado.

El concejal de Urbanismo, el socialista Juan Carlos Alonso, se mostró muy crítico con los grupos de la oposición que no secundaron este proyecto. No en vano, hace menos de un año la redensificación contaba con el apoyo unánime de la Corporación. El representante del gabinete Lazcoz vinculó el cambio de opinión de los partidos que han protagonizado la espantada de este proyecto a la cercanía electoral.

El concejal, sobre todo, cargó contra "los argumentos de coyuntura" utilizados por los grupos que no apoyaron la redensificación. Porque todos coincidieron al destacar la necesidad de cohesionar mejor la ciudad, pero no en la manera de llevarla a cabo. La concejala del PP Idoia Garmendia recordó el dinero para equipamientos arrebatado a las arcas de Ensanche 21 para financiar el BAI Center; el portavoz de EA, Antxon Belakortu, mostró sus dudas sobre el reparto de los beneficios de esta operación y que se reserve un tercio para promotores privados; y el representante de EB, José Navas, finalmente utilizó esas misma "duda razonable" para abstenerse en la votación final.

Sea como fuere, el Pleno aprobó de forma provisional la revisión de los sectores menos poblados de los nuevos barrios y de forma provisional los más habitados. El apoyo del PNV volvió a resultar clave. Pese a todo, el portavoz jeltzale, Iñaki Prusilla, insistió en que este proyecto debe estar vinculado al Plan General, el documento clave en la planificación de la ciudad y que pretende evitar el consumo de más suelo, por lo que se analizará "detenidamente" la forma de aplicar los trámites. Pero esa labor de vigilancia ya será para otra fase en un proyecto que, pese a la polémica, sigue adelante.