Vitoria. No sólo los partidos valoraron ayer la legislatura de Patxi Lazcoz al frente del gobierno municipal. También el comité de empresa lo hizo tras el último Pleno del mandato celebrado ayer en la Casa Consistorio frente a la que volvieron a concentrarse en protesta por lo que consideran recortes sociales a los funcionarios. "Como comité de trabajadoras y trabajadores, si tuviéramos que poner una nota en materia de personal tanto al concejal de Función Pública, Joaquín Esteban, como al alcalde sería un suspenso".

Y estarían suspendidos "con una nota muy, muy baja", agregan los representantes sindicales. Una calificación que se debe, sobre todo, a la actitud negociadora para alcanzar acuerdos. Y es que, a nadie se le escapa a estas alturas que la relación entre Lazcoz y los sindicatos no ha sido fluida. Al edil de Función Pública, por su parte, le achacan que la continua dependencia de sus superiores le hace incapaz de alcanzar un acuerdo, de avanzar siquiera en una negociación.

El enfado del comité va en la línea de lo manifestado durante la huelga de la plantilla. "Han quitado a los trabajadores todo lo que han podido, dejándoles sin convenio, sin su derecho a cobrar el 100% de las bajas, han desplazado los locales sindicales a una residencia, y expulsaron injustamente a la presidenta

del comité", relatan. Y siguen: "nos coartan el derecho a participar activamente en la Comisión de Función Públicas, se han deshecho 12 de las 17 escuelas infantiles, cargándose el proyecto de la red municipal, han creado grupos especiales en la Policía sin contar con nadie, el parque de Bomberos no parece importarles mucho, han censurado artículos sindicales, y siguen discriminando al personal interino".

Pero también molesta al comité que el gabinete de Lazcoz sea incapaz de asumir sus equivocaciones y rectificar en el caso del recorte del convenio en los complementos de baja, la gota que colmó el vaso y precipitó las movilizaciones. "No les importa tener a la plantilla en lucha, que la oposición esté en contra, que los jueces les digan que han metido la pata; ellos erre que erre a lo suyo". En definitiva, los sindicatos tachan de "nefasta" la legislatura en política de personal.