vitoria. La desconocida y silenciosa zona de antiguas huertas que se agazapa tras las fachadas de las calles Vicente Goikoetxea y Magdalena sale a la luz. El Ayuntamiento de la capital alavesa acaba de aprobar de forma inicial el proyecto de modificación puntual del Plan General de Vitoria para que la Diputación pueda convertir el convento de las Brígidas en sede del Instituto de Bienestar Social y, de paso, regalar a los gasteiztarras otro balón de oxígeno en pleno corazón de la ciudad gracias a la transformación de parte de la parcela anexa al edificio en una gran plaza pública.

Si el proceso administrativo sigue su curso con buen ritmo, la aprobación definitiva llegará a mediados de año y las obras podrían dar comienzo a principios de 2012. Queda aún tiempo, por tanto, para la culminación del proyecto, aunque los trámites fundamentales ya se han superado. El año pasado, el Obispado cerró un acuerdo con la Diputación para que ésta dispusiera durante un periodo mínimo de 50 años del convento de las Brígidas, vacío desde que en 2007 las últimas monjas se fueron a Valladolid. Y, además, el Ayuntamiento dio el pistoletazo de salida para modificar de forma puntual el Plan General, condición sine quan non para que el edificio pase de estar calificado como equipamiento religioso a equipamiento administrativo asistencial y puedan ejecutarse las obras. Un proceso que ha llegado a buen puerto ocho meses después.

Dada la cercanía de las elecciones, son buenas noticias para el Ejecutivo foral, que presentó la adquisición del convento de las Brígidas allá por el año 2008 como uno de los proyectos significativos del mandato de Xabier Agirre. La conversión del edificio en la sede del Instituto de Bienestar Social permitirá agrupar en una superficie de alrededor de 7.000 metros cuadrados a más de mil trabajadores que ahora se encuentran repartidos por numerosas oficinas de la ciudad. Además, la intervención incluirá la construcción de un aparcamiento subterráneo para satisfacer las necesidades de los empleados. Salta a la vista que la iniciativa se asemeja a la impulsada por el Ayuntamiento para agrupar a sus funcionarios en un nuevo edificio de oficinas municipales en San Martín.

Ahora bien, el diseño de la Diputación deberá pasar por otro filtro, el del Gobierno Vasco, para que se puedan acometer las obras. Según explica el Departamento vasco de Cultura en un informe remitido al Ayuntamiento de Vitoria, el convento de las Brígidas está propuesto para ser declarado monumento de la CAPV y, aunque esta perspectiva no es incompatible con su reconversión, hay que esperar a ver cómo es el proyecto del Instituto de Bienestar Social para autorizar la petición de la institución foral: que se recatalogue el templo, de forma que la ordenanza municipal de protección integral, que actualmente se aplica a todo el cuerpo del edificio, se limite exclusivamente a la fachada, y que el resto se rija por la ordenanza de protección estructural. Un requisito necesario para ejecutar las obras según el plan previsto por la Administración foral.

Volviendo a la futura plaza que florecerá en la parcela anexa al templo, la idea es que los vitorianos puedan acceder libremente a través de tres puntos de acceso: dos por la calle Vicente Goikoetxea y uno por Magdalena, junto a la parada del metro ligero. Una vez dentro, disfrutarán de una gran superficie al estilo de las plazas que se diseminan por el centro de la ciudad, como la reformada Virgen Blanca, la nueva Amárica o el ágora del Renacimiento que está a punto de abrirse junto al multiusos de Gasteiz, al final de Manuel Iradier.