vitoria. Desde su apertura, la nueva piscina cubierta de Mendizorroza ha recibido un baño de alabanzas. Los usuarios están encantados con la estética del complejo, la amplitud de la olímpica, los grados del agua, su bajo nivel de cloro y la temperatura ambiental. No obstante, siempre hay hueco para los peros, y uno de ellos suena cada vez con más fuerza: el tamaño de los vestuarios, con capacidad para alrededor de treinta personas, resulta muy "insuficiente" cuando coinciden nadadores y clientes del Kirol Klub, el servicio deportivo público-privado ubicado en el mismo edificio. Por eso, los afectados solicitan al Ayuntamiento que abra los vestuarios de la planta inferior. Los denominados de verano.
"Hay momentos al día en que estamos como sardinas en lata, sobre todo a partir de las seis de la tarde", sostiene una de las usuarias de Kirol Klub. "Y eso que aún no es mucha la gente que acude a la piscina. En los próximos fines de semana, con la llegada del buen tiempo, esto va a ser una locura", apunta otra. Los trabajadores del edificio conocen bien tanto las quejas como la petición de los afectados de repartir a la gente entre los vestuarios de invierno y verano. Sin embargo, por ahora el Ayuntamiento no ha dado orden de abrir esas otras puertas. "Tampoco sé si serviría de mucho, porque por lo que me han contado, los vestuarios de verano son todavía más pequeños", comenta otro joven de Kirol Klub, quien no entiende por qué ha de compartir espacio con nadadores. "Los bancos y el suelo se mojan mucho, y no pago tanto dinero para eso", dice.