El Ayuntamiento paralizó ayer las obras de construcción de los polémicos pisos de VPO de la malla que se levantan en Borinbizkarra. La decisión se ha adoptado tras comprobar que la empresa se ha saltado a la torera el contrato y ha instalado una red que no cumple las condiciones firmadas, que no eran otras que colocar una malla perforada metálica. Nada que ver con el resultado final que más parece "un gallinero que una vivienda", según denunciaron los propios adjudicatarios de las casas. El de ayer es un toque de atención por parte del Ayuntamiento para que la promotora retire la malla; de lo contrario podría enfrentarse a una sanción. Los más perjudicados, sin duda, serán los propietarios que ya se temen un retraso en la entrega de las llaves.