vitoria. La recién estrenada piscina cubierta de Mendizorroza gusta tanto que ya hay quienes creen que el Ayuntamiento debería empezar a exprimirla al máximo. Más aún tras los dos años de demora que ha arrastrado la inauguración del recinto y que los vitorianos han padecido. En estos cuatro primeros días de funcionamiento, no se han registrado críticas a la instalación, pero sí una solicitud repetida por decenas de ciudadanos: que se programen clases de natación ya, antes de que finalice el ejercicio 2010-2011. Una petición que el Departamento de Deportes del Consistorio ha decidido estudiar.
Aunque en principio estaba previsto que las actividades deportivas en la piscina cubierta de Mendizorroza empezaran con la temporada 2011-2012, a partir del mes de septiembre, la reciente apertura de la instalación y el éxito cosechado a golpe de largos ha hecho que el equipo de gobierno se replantee su decisión y contemple la posibilidad de poner en marcha determinadas materias. Además, no sería ésta la primera vez que aprovechara el último trimestre hábil del curso para iniciar un programa. Ya lo hizo en el centro cívico de Ibaiondo, que levantó la persiana en marzo del año pasado.
Los usuarios cruzan los dedos para que el gabinete Lazcoz decida sacar ya el máximo rendimiento posible a la cubierta para beneficio del ciudadano. Además, entre los cursillos que podrían empezar a impartirse, todos coinciden en la necesidad de programar clases de natación infantil. Según dicen, la demanda es enorme cada año y "muchos niños se quedaron sin plaza" en esta temporada.
Mientras llega la respuesta, el equipo de gobierno continuará controlando día a día el funcionamiento de la cubierta con el propósito de lograr una instalación de sobresaliente. Precisamente por este motivo, también está recabando la opinión de los nadadores. Por ahora, en cualquier caso, priman las alabanzas. Gusta la estructura acristalada del recinto, gusta la temperatura ambiente, gustan los grados del agua, gusta la escasez de cloro y gusta el enorme tamaño de la pileta. No es de extrañar. Según la federación alavesa de natación, ésta es la mejor piscina olímpica del norte del Estado, por sus 50 metros de largo, las diez calles y el tabique móvil que otorga la posibilidad de dividirla en dos.