Vitoria. Gasteiz se encamina hacia una huelga de trabajadores municipales de nueve días. La primera reunión entre el equipo de gobierno y el comité de trabajadores desde el anuncio de la protesta se saldó ayer sin acuerdo. El gabinete puso sobre la mesa la posibilidad, si así lo aprueban los empleados, de que el ahorro exigido por las medidas contra el déficit se cargue a las nóminas de los funcionarios y no afecte a las compensaciones por baja, una propuesta con la que Lazcoz daría marcha atrás en su particular propuesta para aplicar el real decreto, pero consideró que la medida no fue bien recibida. Los funcionarios, mientras, insistieron en que la convocatoria de la movilización sigue activa. Y su primera parada sería este sábado.
Las condiciones ya están pactadas. En los centros cívicos, teatros y oficinas municipales no habrá servicios mínimos, mientras que por ejemplo en las escuelas infantiles y las residencias para ancianos se funcionaría como en un día festivo. Es decir, prácticamente con la mitad de la plantilla. El gabinete Lazcoz ya ha afirmado que esta postura hace "rehenes" a los ciudadanos de las protestas de los funcionarios.
El acuerdo entre ambas partes para limitar los perjuicios que esta protesta pueda acarrear a la ciudad no se trasladó, no obstante, a la primera reunión entre el concejal de Función Pública, el socialista Joaquín Esteban, y el comité. El gabinete Lazcoz ya había destacado que, por su parte, ha cumplido con la obligación de reducir un 5% el sueldo de los funcionarios: su propuesta era cargar en torno a un 3,16% de ese montante a las nóminas y un 1,84% a los complementos por baja. Estas últimas partidas, no obstante, se devolverían en caso de reducirse la tasa de absentismo y, al haberse logrado, el ingreso se ha producido en la nómina de febrero. Es decir, que no se han aplicado y que no se aplicarán tampoco durante el primer semestre de este año. El comité, por su parte, se movilizó desde agosto contra esta forma de aplicar las medidas contra el déficit, tras el lema Enfermar no es delito.
Ayer, según apuntó Esteban, el equipo de gobierno ofreció finalmente a los funcionarios cargar el 5% de las medidas contra el déficit a las nóminas, una reducción que variaría en función del puesto de trabajo. La lectura de los trabajadores, mientras, fue diametralmente opuesta: aseguraron que el equipo de gobierno se mantiene en su empeño de "castigar a los enfermos" y, por ello, mantienen la convocatoria de huelga. Unos, el gabinete, insistieron en que "no hay razones" justificadas para convocar una protesta que "se cae por su propio peso". Otros, los trabajadores, cargaron contra la incapacidad del gobierno local a la hora de negociar y evitar la movilización.
Una asamblea de trabajadores tomará hoy la decisión final. El concejal de Función Pública insistió en que la puerta de su despacho sigue abierta para buscar una solución antes del sábado, pero la cuenta atrás se acerca a su final. Y, por el momento y de manera oficial, no hay encuentros convocados entre ambas partes.