Vitoria. Escaleras arriba, escaleras abajo, la Plaza de Abastos continúa con su ajetreado lavado de cara. El mercado afronta ahora una fase clave en su anunciado plan de mejora: la instalación de las escaleras mecánicas que agilizarán la comunicación con su segunda planta comercial. Los comerciantes de la zona afirman que, con este paso para facilitar el acceso a sus clientes, la plaza prácticamente recuperará un piso. De hecho, ya se barajan actividades con las que potenciar el uso del nivel superior.

El Ayuntamiento de Vitoria y el Gobierno Vasco presentaron hace casi un año un ambicioso proyecto, enmarcado en el plan del ejecutivo de Lakua +Euskadi09, para reformar la Plaza de Abastos. Los comerciantes aplaudieron entonces que se trataba de la mayor operación en la zona en sus ya más de 35 años de historia: el presupuesto asciende a un millón de euros e incluye una decena de actuaciones. Alguna de ellas ya se ha acometido, caso de la renovación del sistema eléctrico, el nuevo programa de ahorro energético en las escaleras mecánicas ya instaladas, las barreras para mejorar el control en el muelle privado o la modernización de los pasillos de distribución, una zona de servicio para mercancías que ha cambiado de suelo para, entre otras cosas, facilitar su limpieza. También se ha renovado el rótulo de la plaza, en un intento de suavizar su imagen, pero aún quedan por delante las intervenciones más vistosas. Como la mejora de iluminación o la instalación de las escaleras mecánicas hasta el piso superior, la reforma que más echaban en falta los clientes.

"Mucha gente nos preguntaba para cuándo las cambiábamos. Creo que se trata de la reforma más espectacular. Hasta ahora han sido actuaciones que quizá pasaban desapercibidas pero, poco a poco, van sumando y al final la gente notará el cambio", cuenta el portavoz de estos 40 comerciantes, Manuel Rabasco.

La operación de las escaleras, además, también llama la atención. Ha habido que retirar cristaleras y hormigón de la fachada -una parte que ayer se escondía tras un toldo- para meter las dos estructuras de las escaleras mecánicas. Cada una pesa 2.500 kilos. Para efectuar la operación, que estaba anunciada por la noche para reducir el impacto en la circulación, era necesario emplear una grúa. El objetivo es que las escaleras, tras las pruebas y arreglos pertinentes, estén operativas a final de mes.