vitoria. ¿Corrobora la máxima de que la cultura mueve dinero?
Sin duda. Tenemos ejemplos a nuestro alrededor que confirman que la cultura puede mover mucho dinero.
Se lo pregunto porque ya han empezado las obras del BAI Center. ¿Cree que como dueño del Gran Hotel Lakua podrá sacar una tajada importante de este proyecto?
Como hotelero estoy muy contento con que se haga este proyecto, pero considero que va a ser muy bueno tanto para mí, como para la ciudad en general. Producirá empleo durante y después de las obras y generará riqueza para todos los sectores: comercio, hostelería...
Además, el potencial turístico de Vitoria siempre se ha asociado a los congresos. ¿Ahora será cuando por fin despegue?
No estoy tan de acuerdo con esa afirmación. No se han hecho grandes congresos en Vitoria. El turista que viene es un turista ocioso de base, que se asienta o pasa por aquí para recorrer Euskadi y conocerlo.
No obstante, el alcalde asegura que en la actualidad estamos perdiendo dos millones de euros al año por los congresos que nos ofrecen pero que debemos rechazar por falta de espacio. Traducido a su sector, ¿el BAI Center es el mejor regalo posible para el Gran Hotel Lakua, ubicado tan cerca y coronado por cinco estrellas?
Tanto como el mejor regalo posible, no lo sé, pero sin duda ayudará. Y tanto al Gran Hotel Lakua como a todos los hoteles de Vitoria. El congresista no busca necesariamente un cinco estrellas, ya que hay congresos de todos los tipos, de muy distintos niveles. De las cifras que da el alcalde no voy a opinar, porque yo no las tengo. ¡Pero ya me gustaría contar con esos números!
¿La capacidad hotelera actual de Vitoria es suficiente para lo que está por venir, de cumplirsen las previsiones del equipo de gobierno?
Hoy tenemos más camas que clientes. Esperemos que en el futuro tengamos más clientes que camas, porque es más fácil solucionar así una demanda que construir hoteles. Sin duda, en este momento, la ocupación hotelera de Vitoria es baja.
Se cuenta que en Bilbao se llenan tanto los alojamientos que derivan congresistas a Vitoria y, concretamente, a su hotel.
Pues no es cierto. De Bilbao a Vitoria se desvían muy pocas habitaciones. Hace años cuando se celebraban las ferias de Ferroforma y alguna otra más, aún se notaba algo. Pero hoy en día Bilbao cuenta con hoteles suficientes como para que Vitoria obtenga ese beneficio indirecto.
Volviendo al BAI Center, empiezan a ser mayoría las voces contrarias al proyecto por su coste, la falta de financiación externa, la creación de un auditorio exclusivamente sinfónico... ¿Le preocupa que pudieran paralizarse las obras?
Opinando como hotelero, creo que el proyecto es bueno y que hay que seguir adelante. Pero evidentemente el paso de cebra no se ve igual cuando eres peatón que cuando eres conductor. No voy a entrar a valorar si hay financiación, cómo es el auditorio... Esos debates hay que dejárselos a los políticos.
Empiezan las obras de un proyecto con el que Vitoria desea colocarse en el mapa internacional y, al mismo tiempo, Foronda se queda sin vuelos. ¿El hotelero necesitaba esas líneas regulares?
En los últimos años, a través de Foronda nos ha llegado muy poco, y menos aún desde que se marchó Ryanair. El grueso de turistas que vino a Vitoria en 2010, por ejemplo, lo hizo por carretera y tren. A mí me encantaría que Foronda tuviera vuelos. Evidentemente, yo quiero lo mejor para mi ciudad.
El Gobierno Vasco está estudiando establecer vuelos transoceánicos desde Foronda. ¿Se imagina el hotel lleno de newyorquinos?
¡Me encantaría! Ojalá se materialice el empeño del Gobierno Vasco. Toda la gente que me conoce sabe que siempre defiendo la ciudad y todos sus proyectos. Jamás se me va a oír hablar en contra de ninguna iniciativa, porque creo que todas suman. Que luego haya detalles que pulir, como la financiación del BAI... Ya digo que eso corresponde al político.
¿Pero usted es de aquí? No es precisamente vitoriana la actitud de alegrarse por todo sin cuestionar nada ni sacarle pegas...
Supongo que depende del ángulo desde el que lo mires. Y yo, evidentemente, lo hago como hotelero.
No sé si se mostrará tan entusiasta si le pregunto por la ciudad del motor de Arakamendi, un proyecto del que usted es promotor. Se vendieron sus grandes bondades hace dos años, parecía que iba a ser realidad, y nunca más se supo.
El proyecto está en un punto en el que a mí no me gusta que esté: parado. Y a corto plazo no veo que sea posible activarlo.
¿Parado por la crisis, por falta de voluntad de las instituciones...?
Es un poco de todo, pero sobre todo por la situación económica en la que estamos. La crisis no ofrece el mejor panorama para embarcarse en proyectos que no sean estrictamente necesarios.
Pero hace dos años ya había crisis y muchas empresas del sector de la automoción, de aquí y extranjeras, habían mostrado interés.
Por eso digo que no está muerto, sino dormido. Está claro que hay que esperar a otro momento.
¿Continuaron las conversaciones para que el Ministerio de Defensa cediera los terrenos al Ayuntamiento de Vitoria o también se estancaron? Sin ese paso no hay nada que hacer.
Desconocemos el nivel de avance en este asunto entre las instituciones.
¿Para qué ha introducido el Ayuntamiento en el Presupuesto de este año dos millones de euros para la ciudad del motor si está parada?
Porque tarde o temprano este proyecto vivirá. Con estos promotores o con otros.
¿Está diciendo que se retira?
Para nada, para nada. Pero a lo mejor es que nosotros no somos lo suficientemente fuertes y necesitamos que vengan otros más fuertes.
¿Así que está buscando socios con algo más de empuje?
No, no, ahora mismo no.
En cualquier caso, entiendo que podemos seguir soñando con ver un circuito de Fórmula 1 en Vitoria.
Nosotros nunca hemos hablado de Fórmula 1...
Sí que se ha hablado de ello, y también de acoger MotoGP.
No, no... Además, ése no era el proyecto que se estaba buscando. La ciudad del motor es mucho más que un circuito de velocidad. Son áreas de servicio con hoteles, restaurantes, industrias relacionadas con el motor, instalaciones dedicadas a la formación, un gran parque...