EL centro cívico de Ibaiondo cumple hoy un año. La joya de la corona de los centros cívicos, el más grande de la red gasteiztarra y el más moderno, alcanza su primer aniversario con el aplauso mayoritario de sus usuarios. Valoran sus dimensiones, la diversidad de sus instalaciones, los guiños de su diseño a las familias y sus conexiones con el transporte público. Pero los críticos, que también los hay, apuntan errores con difícil solución: el tamaño de los vestuarios de la piscina, la falta de uso del vestuario familiar, que el vaso se queda pequeño o el poco aprovechamiento del teatro. Pros y contras de un edificio ya convertido en referente de las políticas de proximidad.

Ibaiondo abrió sus puertas el 5 de marzo de 2010. Con sus 14.000 metros cuadrados, se convirtió de entrada en el más grande de los doce centros cívicos de la capital alavesa y en el adelanto de cómo serán los nuevos proyectos de Salburua y Zabalgana. Un centro de proximidad, que brinda servicios clave a Lakua, pero que también puede atraer a usuarios de toda Vitoria. Para ello cuenta con una piscina lúdica, dos pistas de pádel, cafetería, un polideportivo con gradas telescópicas y capacidad para 500 personas o un teatro con el mayor escenario de la ciudad. Una carta de presentación más que correcta pero a la que, un año después, los usuarios ya han buscado incorrecciones.

Las principales se presentan en la piscina. Los usuarios recuerdan su suelo resbaladizo -que se mejoró-, echan en falta una calle más y ciertos elementos como espalderas, y critican la escasa superficie de los vestuarios. "Tenemos un problema grave en los vestuarios, porque son enanos. Hay instalaciones más pequeñas que ésta en barrios más pequeños y disponen de espacios más grandes", cuenta Luis, vecino de la zona y padre de dos hijos que acude habitualmente al centro cívico para usar la sala de encuentros, la oficina de atención al ciudadano y la piscina. Eso sí, nunca en fin de semana porque "está lleno hasta la bandera".

"Llama la atención, porque los vestuarios son pequeños y los de los gimnasios están mejor", "pero esto lo tenían que haber pensado durante la construcción, porque ahora tiene difícil solución", cuentan Benito y Jesús, ambos mayores de la zona y que acuden a cursos de gimnasia y cocina. En el caso del joven Félix, también usuario sobre todo de las piscinas y la ludoteca, ve los vestuarios como el principal motivo de queja y la diversidad de las piscinas, "con jacuzzi, spa y zona infantil", como el mayor acierto.

La dimensión de los vestuarios no es el único problema. Otra usuaria, Elena, cree que la instalación del vestuario familiar no funciona porque los vecinos "no saben si es mixto y no se animan a emplearlo". En cualquier caso, valora el paso que ha supuesto para la zona contar con centro cívico: "Es un lujazo tenerlo al lado de casa". La otra cara de la moneda, mientras, la pone Maribel, que es vecina de San Martín pero acude andando hasta Ibaiondo al no haber logrado plaza en El Pilar: "Y a pesar de todo estoy muy contenta, porque los compañeros y el recinto son estupendos".

una visita por el centro Las instalaciones de Ibaiondo presentan, tras un año en funcionamiento, un aspecto muy similar al de su estreno. El mantenimiento es correcto a pesar de que el recinto se ha llenado de vida. Elementos como los aparcabicis, las zonas para dejar las sillitas para bebés o la separación de residuos se han asentado; los talleres presentan un saludable ajetreo y zonas como el área de lectura de prensa, la zona de estudio o la cafetería atraen numeroso público. En el debe, por contra, cabe señalar el horario únicamente de tarde de la ludoteca o la biblioteca infantil, y la necesidad de más actividades en el teatro -ahora, sus accesos acogen una muestra de los carteles de Carnaval-, cuyo escenario limitado para según qué espectáculos ya ha provocado críticas en la Casa Consistorial.

La asociación vecinal Gorbeia Auzokideak valora de forma positiva la marcha del recinto. La entidad, que habló con el Ayuntamiento a la hora de planear la instalación, cree que "siempre se puede mejorar" pero destaca que "en el último año no se han recibido quejas sobre el centro cívico. Al contrario". La infraestructura ya se ha convertido en un nuevo eje en el barrio. El recinto, de hecho, celebrará entre el 11 y el 13 de marzo su primer aniversario con actividades como payasos, exhibiciones de gimnasia y trialsin, fiesta acuática con hinchables y un campeonato de pádel. Porque un año de vida da para mucho.