Vitoria. Crítico, convencido de su postura y preocupado por cómo afectará la huelga a la imagen de los funcionarios y a la ciudad. Así se mostró ayer el alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz, con respecto a la movilización convocada por el comité de trabajadores municipal desde el 12 al 20 de marzo. El dirigente se reafirmó en su postura de reducir el salario de los empleados durante las bajas e insinuó que la cercanía electoral ha pesado en la postura sindical.

Lazcoz se refirió así, por primera vez, a la huelga de nueve días que plantea el comité en respuesta a las medidas contra el déficit -el anunciado ahorro del 5%- exigidas por el Gobierno central y, en el caso de Vitoria, aplicadas mediante descuentos en las nóminas de los funcionarios en caso de baja. El primer edil ya anunció que, al haber logrado reducir el absentismo, se ha abonado "en la nómina de febrero" el sueldo íntegro a aquellos trabajadores que hayan estado de baja desde agosto. Esta promesa no contenta al Comité, que desde el anuncio de la medida convocó movilizaciones con el lema Enfermar no es delito y que, anteayer, decidió dar un paso con esta huelga. Una medida que puede afectar a las escuelas infantiles, los centros cívicos, la asistencia social o las oficinas de atención ciudadana.

El primer edil, preguntado ayer por los medios de comunicación por esta situación durante la inauguración de una nueva escuela infantil en Salburua, no ocultó su preocupación. Lazcoz afirmó que el objetivo de la iniciativa es "paralizar la ciudad": "Es normal que del alcalde digan todas las cosas que quieran, pero no es razonable que para protestar contra el alcalde y los recortes salgan perjudicados decenas de miles de vitorianos". El alcalde, además, se preguntó cómo pueden influir este tipo de maniobras en la "imagen" y "el buen nombre" de unos trabajadores "cuya empresa, pase lo que pase, jamás va a quebrar".

Por todo ello, el dirigente hizo un llamamiento a la responsabilidad "al Comité" por haber convocado esta medida "desproporcionada". Afirmó, además, que hay otras circunstancias -como la cercanía electoral, que no mencionó expresamente- que han influido en esta situación , ya que "los descuentos los aplicamos desde el 1 de agosto y ahora es la primera vez que se plantea una huelga de nueve días. No creo que sea una casualidad, pero lo voy a dejar ahí".

El alcalde confió en que "la plantilla haga reflexionar a sus representantes sindicales". Por su parte, consideró que él ha cumplido su compromiso en las medidas contra el déficit y anticipó que "no cejaré en el empeño". Ese empeño, según el alcalde, es aplicar las medidas de forma que "no haya que echar a ningún eventual a la calle" y, en su lugar, mantiene su apuesta de soportar el coste de las medidas contra el déficit mediante la reducción del absentismo ya que "no hay otro margen".