Si los resultados de las próximas elecciones municipales dependieran de los aplausos que sonaron ayer en el debate de los candidatos a la Alcaldía de Vitoria-Gasteiz sobre el BAI Center, la configuración de la Corporación diferiría bastante de la actual. La contundencia de José Navas (EB), la ironía de Antxon Belakortu (EA) y los números de Carlos Sevillano (UPyD) encendieron las palmas de los asistentes, aunque la intervención final de Javier Maroto (PP) y la llamada al consenso de Gorka Urtaran (PNV) también hicieron resonar el visto bueno del público. Fue un acto exitoso por la receptividad de los ciudadanos durante la hora y media que duró la mesa redonda. Y, también, por el volumen de público. In extremis, hubo que habilitar una segunda sala en el Europa para que la gente pudiera seguir las intervenciones de los políticos in situ.

En total, la Federación de Vecinos de Vitoria y Álava (VVA) recibió 500 peticiones para asistir al debate, muchas de ellas fuera de hora. Y, gracias a la disposición del Ayuntamiento a abrir una segunda sala, 320 tuvieron la oportunidad de presenciarlo. Se vio a representantes tanto municipales como forales de todas las formaciones políticas -a excepción del PSE- y a portavoces de asociaciones vecinales, pero también hubo mucho ciudadano anónimo. Había expectación y, a tenor de la actitud de los asistentes, el público quedó satisfecho con la metodología seguida: cinco minutos de intervención para cada candidato, derecho a réplica, turno para las preguntas de los ciudadanos presentes y de los que seguían el evento por las redes sociales, y ronda final para los políticos.

Los candidatos a la Alcaldía presentes se enfrentaron a un total de 16 preguntas, cuatro de ellas a través de Twitter. Y quedaron pendientes de respuesta, por falta de tiempo, 29 procedentes de los ciudadanos del Europa al margen de las registradas en Internet. "Se las vamos a pasar a los cinco para que puedan responderlas a través de nuestra página de facebook", aclaró la moderadora y directora de Comunicación de VVA, Asela Ortiz de Murua, interrogada por quienes se quedaron sin respuestas.

Los ciudadanos preguntaron, entre otras cosas, sobre el valor del suelo donde se construirá el BAI, 25 millones de euros que hay que sumar a los 157 del equipamiento; si la Diputación devolverá el IVA del proyecto, decisión que por ahora no es vinculante; si hay forma de parar las obras sin coste alguno, cosa a la que se comprometieron el PP y el PNV; si un auditorio sinfónico es lo que necesita Vitoria, a lo que todos respondieron que no; y si sacar dinero de Ensanche 21 podría repercutir en los proyectos de ciudad, a lo que todos aseguraron que desde luego.