Sólo una empresa estatal se ha presentado al concurso para suministrar carburante a la flota municipal de vehículos durante dos años. Un certamen que ha nacido con polémica porque, según denunció el PNV, el pliego de condiciones exigía a las compañías disponer de surtidores en toda España, lo que marginaba a las empresas locales. Ayer, EB se sumó a la queja y advirtió de que la única solicitud recibida pone de manifiesto que este contrato ha terminado siendo "un traje a medida".