Vitoria. Aunque eran de tres colores diferentes, al final tanto de las papeletas blancas (para los vecinos de Arriaga), como de las verdes (para el resto de vitorianos) y de las naranjas (para los menores) salió el mismo resultado: un abrumador sí de todos los que quieren que el Parque de Arriaga sea respetado en su totalidad a pesar de los proyectos que pesan sobre él.
Pese a ser éste un referéndum no vinculante, los ciudadanos ejercieron su derecho al voto para evitar que en una parte de la zona verde se levante la estación de autobuses. Y, por eso, los miembros de la comisión ciudadana que impulsaron la consulta no dudaron en mostrar su satisfacción por este acto celebrado de 9.00 a 20.00 horas en la calle Gernikako Arbola. "Todos los miembros estamos con la sonrisa en la cara porque la participación ha sido mucha más de la que esperábamos. Hemos visto largas colas e incluso momentos de agobio en la votación", contaba orgulloso Jesús Oñate, miembro de la agrupación.
Todo ello, según recordaban, pese a los intentos municipales para que ésta no se celebrara. "Uno de los boicots es la negación por parte de Patxi Lazcoz a la petición del censo, quizás pensó que abandonaríamos nuestro objetivo, dar la palabra a nuestros vecinos", criticaba el colectivo que intenta salvar este pulmón verde de la ciudad. Pese a que esta demanda vecinal fue ignorada, la comisión vecinal pudo averiguar el censo electoral calculado en 8.733 personas, tras extraer tanto los últimos datos publicados por el Ayuntamiento al respecto, como los del Instituto Nacional de Estadística.
Un abultado número de residentes que convierten a Lakua-Arriaga en el barrio más populoso de la ciudad, lo que obligó a la Plataforma SOS Arriaga a realizar todo tipo de estrategias de comunicación con el fin de atraer a las urnas al mayor número de electores posibles. Entre ellas, asambleas vecinales periódicas, charlas o buzoneo.
"por dentro de hormigón" Una de las más sonadas fue la de ayer, día de la jornada participativa. Un motivo por el que no faltaron toda una serie de actividades para todas las edades con el objeto de hacer el mayor ruido posible desde las 9.00 horas, momento de la apertura de la urnas. Por eso, no faltaron ni la ginkana de las 11.30 horas o el espectáculo de danzas vascas en la ikastola Umandi, que se realizó media hora después. No querían que triunfara su mayor "enemigo", la actitud derrotista de los vecinos que no mueven un solo dedo porque "el alcalde va a a hacer lo que le dé la gana porque tiene la mayoría".
De ahí que uno de los momentos cumbre del programa llegase a las 13.00 horas, con la manifestación convocada en la rotonda de América Latina. Bajo una pancarta que llevaba el lema Ningún proyecto sin participación, más de un centenar de gasteiztarras empezaron a recorrer el barrio, con proclamas como "el alcalde verde por fuera, por dentro de hormigón" o "la imposición no es la solución". Entre los allí concentrados estaban Isabel y Rafa a los que les parece "vergonzoso que llamen verde a la ciudad y ahora quiten su parque más bonito porque siempre hemos dicho que hagan la estación en el vivero".
Un mismo lugar que también sugerían los electores, como Mari Carmen y su marido Fidel, residentes en Lakua, al igual que María Luisa y Francisco Díaz. "Dicen que hay que plantar árboles y luego los quitan. También di mi firma en contra del proyecto", denuncia esta mujer en la cola de la zona votación de las letras N a la Z. En cambio, Carlos Negro, aunque también votó a favor del parque, lo hizo con la papeleta verde, al ser vecino de Ibaiondo.
Incluso los propios afectados, los árboles, también hablaron esta vez. Si bien, lo hicieron a través de los carteles que llevaban atados a sus robustos troncos. "En contra por la imposición, por el 32% de afección al parque, por el dinero público que costará 557 millones y por las molestias durante seis años". Ahora sólo falta saber si la Plataforma SOS Arriaga se disuelve. Esta semana se sabrá.