Vitoria. Además de dar trabajo a 2.643 operarios, el BAI Center va a generar riqueza y empleo en la ciudad. Ambas razones son suficientes para Patxi Lazcoz para justificar la millonaria inversión -157 millones de euros- a la que se enfrenta el Ayuntamiento de Vitoria en tiempo de crisis. Una obra tan necesaria para sus defensores como injustificada para sus detractores. Una obra polémica, en cualquier caso, que ayer arrancó con el vallado y la retirada del mobiliario urbano de la plaza Euskaltzaindia de Lakua. Por delante quedan 36 meses de trabajo para los que "ya no hay marcha atrás", según el alcalde. Salvo que el PP decida redimensionar el proyecto si en mayo arrebata la Alcaldía a los socialistas.

La importancia de diversificar el tejido productivo de Vitoria, una ciudad totalmente dependiente del sector del automóvil, que tiembla cada vez que los directivos de la empresa Mercedes se mueven en la foto, es una de las razones por las que el Ayuntamiento -con el respaldo de la Diputación- decide apostar por el segundo sector generador de riqueza en Gasteiz: comercio y hostelería.

Y ambos van a ser -en opinión de Lazcoz- los grandes beneficiarios de las ferias, congresos y demás eventos que a partir del año 2014 integren la programación del futuro centro cultural y de negocios. "Un polígono industrial del sector servicios", en palabras del director del BAI Center, José Ramón Villar.

"A nosotros no nos hace falta ni playa ni una temperatura maravillosa, y ya lo hemos demostrado", manifestó con ironía el alcalde en referencia a los datos de turismo que señalan a Vitoria como la ciudad que más incremento de visitantes experimentó el pasado año. Sin embargo, para entrar en el circuito internacional de ciudades receptoras de grandes eventos hay que renovarse porque "nos hemos quedado atrás", reconoce Lazcoz al pensar en el ya obsoleto palacio de congresos Europa. "Vitoria no existe en el mundo de los congresos, pero esta infraestructura va a servir para compensar las dos décadas de retraso que acumulamos", apostilla Villar.

La financiación Magníficos augurios que no sirven para acallar las numerosas voces críticas que el proyecto ha ido sumando desde que se gestó entre colectivos vecinales, partidos de la oposición y ciudadanos en general. Precisamente a quienes consideran más prudente esperar porque no es el mejor momento para sangrar las arcas municipales e hipotecar la ciudad se dirigió ayer Lazcoz para recordarles que los 18.000 parados de Vitoria "tienen derecho a que sus gobiernos generen empleo y actividad económica, precisamente porque estamos en crisis". Pero, a pesar del esta inyección de optimismo, el alcalde es consciente de que el apoyo económico de instituciones como el Gobierno Vasco o el central al proyecto es insuficiente. "Lo razonable es que realicen mayores aportaciones".