La reagrupación de las oficinas municipales en un moderno edificio en forma de "v" en el terreno que actualmente ocupa el parking de San Martín no convence a los conductores que actualmente dejan sus vehículos en el corazón de Vitoria. No están de acuerdo con que las más de 600 plazas libres de hoy en día desaparezcan en favor de dos aparcamientos de pago: uno subterráneo y otro en superficie de uso rotatorio.
Las quejas que exigen la paralización del proyecto, previsto que funcione a finales de 2013, vienen de toda clase de gasteiztarras, quienes ven que su "comodín" de encontrar una plaza libre de OTA peligra seriamente. Así lo manifiestan los ciudadanos que encontraban en esta zona de estacionamiento la ansiada aguja en el pajar, pero también los que vienen desde otros territorios a trabajar, los que tienen problemas de movilidad y necesitan el coche para acudir al centro de salud. O incluso los propios vecinos de este barrio vitoriano, que aprovechan el mediodía para dejar allí sus turismos para evitarse el incordio de meterlos en el garaje por un par de horas.
La base de sus denuncias se ancla en que si se quiere tener una plaza en propiedad en el parking subterráneo hay que desembolsar una media de 30.000 euros. También habrá que sacar la cartera para estacionar en las plazas que estén en la superficie, aunque, eso sí, el precio será más económico: 2,07 euros por 90 minutos, de 7.00 a 15.00 horas. Pero por las tardes, noches, fines de semana, festivos y agosto se podrá dejarlo gratis.
Aún así, el concejal de Urbanismo, Juan Carlos Alonso, asegura que el proyecto del nuevo Ayuntamiento servirá para ahorrar, para "desenchufar" los casi 3 millones de euros que el Consistorio paga cada año en alquileres y mantenimiento de locales en la zona centro.
trabajadores de fuera de Álava
"Era una forma de ahorrar"
Los más disgustados con el proyecto son los trabajadores de los territorios vecinos a los que prácticamente no les queda más remedio que disfrutar de las más de 600 plazas actuales libres de establecimiento de pago regulado (OTA). Una de ellas es Eneritz Mondragón, quien haciendo gala de su apellido, viene todos los días laborales a Vitoria desde Arrasate, la localidad en la que reside ahora esta "patatera" de nacimiento. "Me parece muy mal para los que venimos a la ciudad a trabajar. Es una forma de ahorrarnos algo de dinero por el kilometraje y gasolina que supone traer un coche hasta aquí".
Eneritz dice que "sobre la marcha" pensará donde dejará desde finales de 2013 su coche. "No sé si aparcaré en Gamarra y luego coger el urbano. Ya veré" .
De lo que está más segura esta joven es de la propuesta que haría al Ejecutivo de Lazcoz : "quitar cualquier tipo de OTA o no hacer esos dos parkings de pago".
Esta misma visión la comparte Rosa Sanmartín quien, paradojas de la vida, desconoce también que el aparcamiento en el que suele dejar su turismo negro es casi idéntico al de su apellido. "Siempre aparco aquí, pero no sabía ni cómo se llamaba ni mucho menos los planes que tenían", cuenta esta señora mientras deja la compra en el maletero de su turismo. Dentro de dos años lo tendrá más difícil para no tener que pagar por dejar su vehículo. "Vengo desde Otxandio y lo aparcaba aquí porque es gratis. No creo que la gente deje de utilizar el coche, pero aparcarán lejos de aquí".
Javier, residente del barrio
"Para mí es caro"
Javier Pinedo, residente del barrio de San Martín, considera que el parking de superficie previsto no debería de cobrarse. "¿2,07 euros por 90 minutos?", dice Javier sorprendido por la tasa fijada en un principio. "Pues en ese caso me parece todavía peor, porque para mí es caro. Además, me parece que son pocas plazas las 157 previstas, en comparación con todas las gratis que hay ahora", denuncia.
Javier detalla que no sólo la gente que vive en las afueras de la capital alavesa o los que no quieren dejarlo en las diversas zonas azules aprovechan para aparcar gratis en San Martín. "Muchos vecinos del barrio, por no dejar el coche en el garaje cuando vienen del trabajo, dejan aquí al mediodía los coches".
Por todo ello, este hombre tiene la convicción de que los dos nuevos parkings perjudicarán a los conductores que aparcan en el centro. "El que coge el vehículo, lo hace siempre, sólo que ahora lo dejará más lejos".
los usuarios habituales
"Me parece fatal"
Susana García es una de las conductoras habituales que deja allí su vehículo y a quien le parece "fatal" la medida prevista. "Siempre aparco en San Martín porque vengo a trabajar aquí desde Los Herrán", dice con prisas esta mujer mientras se monta de nuevo en el vehículo. Aunque, eso sí, tiene claro su solución para que nadie salga perjudicado. "Mi propuesta es que hicieran gratuito el de superficie, como ahora".
Otra de las vecinas de la zona, de la calle Serafín de Ajuria, Isabel García, no duda en qué tipo de conductores serán a los que no les quede más remedio que pagar en el parking de superficie. "Muchas de las personas enfermas o con problemas de movilidad que se dirijan al centro de salud tendrán que pagar para no alejarse mucho", dice esta vitoriana nada más salir de este ambulatorio.
usuarios esporádicos
"Esta zona era un comodín"
El malestar porque haya que desembolsar por los dos nuevos aparcamientos previstos también es patente entre los conductores que, de vez en cuando, se benefician de la gratuidad de San Martín. Su falta de asiduidad a la hora de estacionar en este punto explica el desconocimiento general que tienen del proyecto previsto para dentro de ellos.
Uno de estos usuarios esporádicos es Raúl Baroja, quien confiesa que deja allí su vehículo una media de una vez al mes o incluso dos, cuando no le queda otra que ir en coche. "No lo hago de forma habitual porque tengo garaje en Ariznavarra". Aún así, opina que la medida no le beneficiará. "El problema es que es complicado encontrar un hueco libre donde aparcar gratis y este parking es un comodín porque arregla las molestias de dónde dejarlo en el centro", cuenta este chico acompañado de su amigo Sergio. Raúl cree que cuando el proyecto entre en vigor dentro de dos años, es posible que haya gente que se anime a usar el transporte público, pero que no será lo más común. "Siempre hay gente que necesita el coche para trabajar".
Quien también aparca en San Martín es Jorge Ramírez, una media de una vez por semana cuando se acerca al centro por cuestiones personales, como ir a la mutua. "Yo creo que sí que pagaría por dejarlo aquí, pero si es una hora porque, en ese caso, no pasa nada", dice este hombre quien confiesa no estar "muy enterado del asunto". Por eso, Jorge duda de la alternativa que escogerá llegado el momento: "coger el tranvía o ir andando, pero en coche no sé porque tendría que dejarlo más lejos".
Otra de las que deja de forma puntual su vehículo y que "no conocía la idea" es la vitoriana Arantza Hernández. "Yo no voy a salir, lo aviso desde ya", dice con ironía esta mujer tras conocer los planes previstos por Urbanismo. "Vivo en Salburua y, prácticamente, no me queda otra que ir siempre en coche porque allí no hay tranvía aún", recuerda.
Montarse en el autobús para acercarse en el centro tampoco entra en sus planes. "Tengo que hacer transbordos y esperar un montón de tiempo para venir al centro, por no hablar de lo mal que está subirse con cochecitos de bebé porque hay una o dos plazas", matiza con su hija Cecilia, de ocho meses entre sus brazos, después de sacar el cochecito del bebé del maletero.
En consecuencia, Arantza cree que desde el Ayuntamiento de Vitoria "no ponen fácil dejar de coger el coche, sobre todo para los que vivimos en mi barrio", se queja.