Vitoria. Y se hizo la luz en la cancha política. El alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz, puso fin ayer al baile de cifras en que se había convertido el desfase de las obras de modernización de Mendizorroza y Gamarra. Ni se han gastado 11,5 millones de euros de más respecto al plan original del anterior gabinete de Alfonso Alonso, ni 13, ni 16. A día de hoy, el Ayuntamiento se ha dejado 9,4 millones. Un sobrecoste histórico, en cualquier caso, del 38% que corresponde tanto a desaguisados del gobierno del PP como a los reajustes que tuvieron que introducir los socialistas y a las obras que éstos incluyeron motu proprio al considerar que eran fundamentales para la actualización de ambos complejos deportivos.
Por tanto, aquel plan de modernización calculado en 25,2 millones de euros por el PP ha costado, a día de hoy, 34,6. Y de esta cantidad, el quid de la polémica corresponde al edificio de las piscinas de Mendi, que ha registrado finalmente un desfase del 22%. "El anterior gobierno sólo presupuestó el edificio. No introdujo ni las piletas, ni la urbanización exterior, ni la deshumectación, ni la escalera de evacuación, y por el camino eliminó un piso del graderío", denunció Lazcoz, quien recordó que "nadie pudo darse cuenta de lo que pasaba" porque la oposición tenía vetada su asistencia a la mesa de contratación. Así que lo que se encontró el socialista al llegar al poder fue "un despropósito" o, como dijo su concejal de Urbanismo, "una bici a la que le faltaban las ruedas, la cadena, el sillín y la cadena". Eso, por no hablar del caos descubierto en el departamento de Deportes, "convertido en una inmobiliaria constructora".
"Hemos tenido que gestionar esta herencia y lo hemos hecho con responsabilidad y transparencia, porque todos los grupos tienen acceso a las facturas", subrayó Lazcoz, rechazando así las críticas del PNV, EB y EA, que le habían reprochado "falta de información" durante el proceso, ya que siempre se ha negado a realizar una auditoría. El PP, por su parte, se defendió como pudo. El concejal popular Alfredo Iturricha sostuvo que todo lo no incluido por su partido en el presupuesto de las cubiertas "se quedó fuera porque debía de ser así, como las piletas, o porque era equipamiento". No se inmutó ante los gestos de hilaridad en la sala y, al grito del sálvese quien pueda, insistió en que "los líos vienen por los cambios que introdujo el PSE".
El alcalde replicó a Iturricha con un ejemplo: en esta legislatura se descubrieron informes del año 2002 que alertaban de que las piscinas exteriores de Mendi perdían medio millón de litros de agua al día. Pero el PP no incluyó esta obra en su plan de modernización, así que la tuvo que acometer el PSE por 1,2 millones y la impopular consecuencia de mantenerlas cerradas dos años. "Hemos tomado decisiones valientes y este gobierno no es el que tiene que dar cuentas", espetó. Estaba muy molesto por tener que comparecer de forma extraordinaria, a petición de EA, para oír que ha pecado de oscurantista. "Lo que tengo ganas es de que me pidan explicaciones sobre qué estamos haciendo para reducir el paro. Pero si eso no les importa, dejen de llamarme para estas cosas".