Vitoria. Los viandantes se mueven por el centro de Vitoria en suelo movedizo. Calles de paso habitual para los turistas como Postas, San Prudencio o incluso Dato presentan baldosas rotas, agrietadas, levantadas o hundidas. La situación, ya alertada antes del pasado verano por la asociación vecinal de la zona centro, se ha agravado. Entonces pidieron una reparación urgente. Ahora, a falta de otro sinónimo más alarmante, exigen una actuación "inmediata".
Las quejas de los ciudadanos en torno a las baldosas ya han trascendido al lamento habitual de quien pisa donde no debe en los días de lluvia. La revisión del suelo es habitual, sobre todo, en aquellas actuaciones recientes. Un ejemplo de ello es el estado del puente de Abetxuko, inaugurado hace cuatro años y que ahora presenta zonas hundidas y baldosas rotas. No es un caso único. El grupo municipal del PNV ya denunció algo similar en el entorno de la Catedral Nueva, en la curva junto a la fuente, una zona trasformada gracias al Plan Alhóndiga y que ahora presenta en su parte más exterior un estado cuestionable, con baldosas hundidas o levantadas. Y sin una causa aparente. Está claro que en el centro de Vitoria, el suelo también atrae las miradas de los paseantes.
Una caminata por la zona hace evidentes estas reclamaciones. Postas es el caso más llamativo. En un punto concreto faltan baldosas y, sobre todo desde la plaza de la Virgen Blanca hasta su cruce con Dato, presenta un pavimento roto, no en mil pedazos, pero sí en diez. Otro de los puntos más deteriorados es San Prudencio, principalmente en la parte que discurre de Fueros a Dato: en la zona central, junto al alcantarillado, las grietas de las baldosas se prolongan varios metros. En otros puntos se dan problemas similares pero de forma puntual, caso de Dato -donde, en el tramo cercano a Postas se ve cómo se han realizado pequeñas reparaciones-, el entorno de General Álava, San Antonio o Fueros, que en conjunto presentan un aspecto más aseado.
Sea como fuere, la asociación vecinal Erdialde pone el grito en el cielo. Sobre todo por la zona que es. Se trata del corazón de la ciudad y porque pasear por estas calles a menudo se asocia "a la imagen que los visitantes se llevan de Vitoria. Si queremos venderla, tendríamos que empezar por aquí", apunta el portavoz vecinal Eduardo Cervera. "Hablamos de una zona emblemática de la ciudad que está en una situación muy mala. Y lleva bastante tiempo así. Además, cuando lo denunciamos el Ayuntamiento no nos quitó la razón", recuerda. La concejala de Vía Pública, Marian Gutiérrez, explicó entonces que el presupuesto municipal "es el que es".
En anteriores ocasiones en que se ha abordado esta problemática en la Casa Consistorial, la discusión ha girado en torno a qué provoca la rotura del pavimento, que no sólo puede deberse al uso del Ensanche. Hubo grupos que apuntaron directamente a la carga y descarga, pero desde la asociación vecinal también cuestionan el material elegido y la ejecución, puesto que hay zonas en la misma calle que presentan más problemas que las aledañas. El debate está abierto. Y roto.