Vitoria. Las piscinas cubiertas de Mendizorroza afrontan un reajuste. Un cambio pequeño pero vital. El Ayuntamiento de Vitoria tendrá que instalar una escalera de evacuación, un elemento que se perdió por el camino cuando tuvo que reducirse el proyecto. El Gobierno Vasco ya ha advertido al gabinete Lazcoz -que culpa al PP de esta situación- de que esa salida de emergencia resulta clave para que pueda inaugurarse, una apertura que sigue sin fecha concreta pero que se llevará a cabo "este invierno".

Las cubiertas de Mendi siguen provocando dolores de cabeza al equipo de gobierno, que en más de una ocasión ha puesto esta obra como ejemplo de las "malas herencias" del anterior gabinete Alonso. Las ambiciosas reformas en Mendizorroza y Gamarra se presupuestaron durante la anterior legislatura en unos 24 millones de euros y, según el último informe municipal sobre el sobrecoste de los trabajos, ya se superan los diez millones. La inauguración de las cubiertas de Mendizorroza se ha convertido en el último fleco por atar en esta operación. Y tampoco ha estado exento de polémica.

La clave está en el ajuste que tuvo que realizarse en el proyecto. Los más de 11 millones previstos cuando se gestó, en 2005, se agotaron antes de acabar. Por ello, hubo que construir una planta menos y se redujo el graderío, cuestión clave para un proyecto que nació con vocación olímpica. Es decir, para acoger competiciones internacionales. Esos cambios, sin embargo, han traído cola puesto que, según denuncia el PSE, hubo olvidos que ha habido que corregir ahora. "Y nos ha llevado toda la legislatura remendar esos desvaríos", critica el concejal de Urbanismo, Juan Carlos Alonso. En concreto, estas actuaciones fueron el acondicionamiento exterior, la estructura de la pileta y, por último, se realizó un proyecto de deshumectación y de aprovechamiento energético que, tras un retraso, se dio por terminado a finales de noviembre.

Estos trabajos han dado paso a los ensayos del edificio, una fase que en principio se calculó en dos semanas. Un nuevo plazo que se añade a la larga lista de demoras del complejo, que tenía previsto abrirse primero a comienzos de 2009, luego en verano y finalmente durante el estío de 2010. Pero esa fase final llega ahora, casi cuatro años después del derribo de las antiguas piscinas. Mendi está poniendo a prueba los sistemas de deshumectación, depuración y calefacción. Este último es especialmente complejo, ya que, dadas las dimensiones del vaso, la piscina tarda casi una semana en calentarse. Sin embargo, un nuevo inconveniente se ha sumado a las obras: la necesidad de instalar una escalera de evacuación.

La apertura, "en invierno" Este elemento se olvidó, según denuncia Alonso, durante el recorte en el proyecto. "El PP cortó las piscinas como si fueran una longaniza. En lugar de volver a hacer todo el proyecto, cortó y pegó", apunta. Pero esa escalera resulta una condición sine qua non para que tanto los Bomberos como Juegos y Espectáculos, área dependiente del Gobierno Vasco, den el visto bueno a la instalación. El Ayuntamiento de Vitoria, así, tiene previsto iniciar esta semana la obra, cuyo diseño además no convence. "Va a ser como ponerle a un Cristo dos pistolas", apunta. En concreto, esa escalera bajará de los graderíos directamente a la playa de la piscina cubierta. No es la solución deseable, pero sí la única posible para recibir luz verde.

Alonso, por otro lado, mantiene las previsiones de finalización de una obra que está "a punto de caramelo". El teniente de alcalde ya adelantó en comisión municipal que los trabajos se rematarían antes de fin de año. Otra cuestión es su inauguración, que continúa sin concretarse. El concejal, no obstante, está convencido de que los ciudadanos podrán disfrutar de la instalación "en invierno". Es lo que toca, en una piscina cubierta.