De la Vitoria que se asoma en la segunda planta del palacio de congresos de Madrid se puede aprovechar hasta el suelo. Todos sus materiales son cien por cien reciclables y reutilizables. Por eso, el puesto que ha llevado el Ayuntamiento gasteiztarra a la décima edición del Congreso Nacional de Medio Ambiente se hace llamar eco-stand. Y, por eso, resulta imposible que pase desapercibido. Las paredes están hechas de un tejido impreso en agua que es lo más en el ámbito de la sostenibilidad, los sillones son de cartón, los focos leds, el firme tiene la vocación de convertirse en material acústico, las tres bicicletas estáticas diseñadas por el colegio Jesús Obrero producen la energía necesaria para iluminar el espacio y la documentación sobre los proyectos de la ciudad, en vez de repartirse en papel, se transmiten por mail. Espíritu green sin igual.

El presidente de la Fundación Conama, Gonzalo Echagüen, se contagió del entusiasmo en la inauguración del stand. "Quiero agradecer el apoyo de Vitoria desde la tercera edición y quiero felicitarle por el premio de Estocolmo. Es la primera vez que me llaman, no para transmitirme una mala noticia, que suele ser lo habitual, sino para darnos un alegrón", resaltó el hombre que capitanea este gran foro de la sostenibilidad. La concejala de Medio Ambiente, Alba Cañadas, y el edil responsable de Limpieza, José Manuel Bully, le miraron con orgullo. Y Malentxo Arruabarrena, Víctor Ortiz de Murua, Javier Maroto, Idoia Garmendia, José Navas... Vitoria volvió a escenificar el consenso político que le dio el arreón en la lucha por ser Capital Verde Europea, pero que en estas últimas semanas amenazaba con precipitarse al vacío.

Hasta el anterior alcalde de la ciudad y miembro del Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, se acercó para visitar el stand y saludar a sus ex compañeros. Él fue uno de los que no se resistió a montarse en la bicicleta estática para, más allá de iluminar la sala o cargarse el teléfono móvil, contribuir en el compromiso del Ayuntamiento de destinar 0,05 euros por vatio a la compensación de las emisiones de dióxido de carbono generadas por la producción, el montaje y el funcionamiento del puesto. Fue un gesto que llamó la atención de cuantos se acercaron al rincón vitoriano, teñido entero de verde, con el lema Verde por dentro, verde por fuera tatuado en las paredes y la condecoración con sabor a verde en una de las esquinas.

Toca presumir estos días en Conama, pero también transmitir experiencias y adquirir nuevos conocimientos. Ayer por la tarde, los técnicos Mónica Ibarrondo y Andrés Alonso, y el ingeniero industrial Iñaki Arriba presentaron la estrategia de Vitoria para reducir la emisión de gases un 90% de aquí a 2050. Hoy, Cañadas tomará el relevo en un debate sobre las claves de la sostenibilidad en una ciudad. Y mañana, Ibarrondo volverá a subir a la palestra y apostar por la bicicleta como medio de transporte urbano.