El proyecto de rehabilitación del Casco Viejo levanta persianas. La actividad comercial ha regresado al 65% de los 207 locales que estaban cerrados hace tres años, antes de que se pusiera en marcha la transformación del barrio. "O están funcionando, o se encuentran en obras, o ya tienen un proyecto. Y está claro que nadie arriesga su patrimonio si no piensa que el lugar va a ser un éxito", matizó el primer edil, para quien este balance pone de manifiesto que la recuperación arquitectónica, urbana, económica, de ocio y calidad de vida del corazón de la ciudad "es ya un proceso imparable". El organismo que ha devuelto el latido al barrio, la Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica (Arich), calcula que en tres o cuatro años, a lo sumo, habrá concluido la parte esencial de la transformación. En ese proceso va a resultar fundamental, como hasta ahora, el compromiso institucional. En los últimos tres años, el Casco Viejo ha absorbido más de 50 millones de euros gracias a los Presupuestos del Ayuntamiento, los apoyos del Gobierno Vasco y central, y los diferentes fondos europeos, como es el caso del Plan Urban.