vitoria. La asociación vecinal Uribe Nogales, contraria al trazado del tranvía que se baraja para Abetxuko y que llegaría hasta el entorno de la iglesia, lamentó ayer que la "cabezonería" del PSE mantenga este proyecto. La entidad criticó que el grupo socialista haya conseguido recuperar esta operación mediante "triquiñuelas", para que no pase por el Parlamento Vasco, y la "amenaza" de que la aprobación de los presupuestos de la Diputación dependía de la continuidad de este metro ligero. "Esto no es democracia", lamentó la presidenta de la asociación, Paquita San Bartolomé.

Vecinos integrados en esta entidad cuestionaron por qué el partido socialista sigue empeñado "por narices" en impulsar esta ampliación del tranvía, que por el momento se queda a las puertas del barrio, y evidenciaron sus "sospechas". Los integrantes de la entidad Esperanza Martínez y Jesús García recordaron que el barrio sigue a la espera de que se pueda adquirir alguna de las 92 plazas que en su día se impulsaron en la calle El Cristo para compensar el encarecimiento de unas viviendas. Los vecinos aseguran que esas plazas -algunas de ellas alquiladas- se debían vender "a precio tasado" y, sin embargo, una conocida constructora estaría dejando pasar el tiempo para poder ofertarlas a un precio mayor, algo que se beneficiaría, según razonan desde la asociación, de la desaparición de plazas de aparcamiento en superficie que conllevaría la extensión del tranvía por el barrio. Por ello, lamentaron que "nadie" desde el Ayuntamiento de Vitoria se haya preocupado por controlar estas ventas.

Ésa no es su única crítica. Uribe Nogales insistió en que el trazado no dará servicio a más de la mitad del barrio, invade zonas verdes e inundables y, en definitiva, "destroza Abetxuko". "No estamos en contra del tranvía, pero sí de este trazado. Cuando se acaben los agasajos, nosotros sufriremos sus consecuencias", lamentó San Bartolomé.