vitoria. Redensificación es un palabro enrevesado que ya se han acostumbrado a pronunciar en Salburua. Y no con una buena entonación. Las recientes declaraciones del alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz, reiterando su fe en que este proyecto para aumentar la densidad de viviendas en los nuevos barrios es el camino a seguir para que Gasteiz crezca hacia adentro, dejó la pelota en el tejado de los vecinos. Dos de los representantes de la asociación vecinal Salburua Bizirik, Maite Bengoa y Eneko González, tiene muy clara la respuesta: No a esta redensificación. La misma frase que lucen numerosos cristales de las casas de la zona y que se ha convertido en la principal voz en contra -puesto que en la Casa Consistorial hay acuerdo entre los grupos municipales- de este proyecto. Salburua Bizirik explica sus razones.

El alcalde avanzó el pasado día 15 que se aceptará la mayoría de las alegaciones presentadas contra el proyecto de redensificación de las zonas más pobladas de los nuevos barrios. ¿Es una buena noticia?

ENEKO GONZÁLEZ: Es una noticia que nos suscita preguntas. Porque gran parte de esas alegaciones se basaban en la petición de Salburua Bizirik de parar la redensificación. Así que no nos entra en la cabeza otra cosa que frenar este plan. No vamos a mercadear ni entrar a jugar con un lápiz en los planos.

¿Aunque se limite el número de casas?

E.G.: No vemos aceptable que se elabore un plan al buen tuntún. Queremos que se pare para que se estudie la necesidad de vivienda en Vitoria y en el barrio, tanto en la actualidad como en el futuro. Creemos que esa investigación resulta esencial para elaborar un plan de redensificación de toda la ciudad. No sólo de los nuevos barrios.

¿Creen que los vecinos de los nuevos barrios están pagando los errores de la planificación actual?

E.G.: Llama la atención que desde el Ayuntamiento se lamenten de los errores cometidos tanto en los nuevos barrios como en zonas como Lakua-Arriaga, pero luego las medidas sólo se adopten en dos barrios. Con esta visión más global, Salburua y Zabalgana tal vez no tendrían que acoger tantas viviendas como ahora se pretende y, por tanto, los equipamientos no se verían abocados a quedar pequeños, obsoletos y saturados.

El Ayuntamiento siempre ha matizado que, por mucho que se abra la puerta a la construcción de viviendas, eso no quiere decir que se vayan a hacer todas. Ese desarrollo, dicen, prepara la ciudad para veinte años.

MAITE BENGOA: Pero, desde el minuto cero en que se apruebe el plan, cambia el carácter de esos terrenos y ya no serán para equipamientos. Perdemos esa posibilidad.

¿Pesa más esa preocupación que el descontento por que se construyan nuevas torres?

E.G.: La asociación vecinal vela por los intereses de todos los vecinos, y los que nos va afectar a todos por igual es esa reducción de servicios. Desde Osakidetza ya nos han reconocido que, con los vecinos actuales y los que traerá la redensificación, no basta con un ambulatorio. Serían necesarios dos. Pero lo mismo nos pasará con el centro cívico, el equipamiento deportivo... Y ya nos está costando Dios y ayuda avanzar para lograr uno. Porque hay que recordar que, a día de hoy, en Salburua no hay ambulatorio, ni centro cívico. Prácticamente no existe nada.

¿Echan en falta más previsión en la Casa Consistorial?

E.G.: Ahora están creando un problema aún más grande. Nos quitan espacio para equipamientos y, además, los que se activan están mal planteados. Los servicios actuales se han diseñado para estar centrados en el barrio, pero con la redensificación todo cambia.

No sólo, por tanto, les mueve el miedo a que se construyan nuevas torres en frente de sus casas.

M.B.: No vemos diferencias entre quienes compraron un chalé, invirtieron en una VPO o en una vivienda libre. Además, no fomentaremos esas peleas para que lo que afecte a uno cambie y le llegue al de al lado.

Los vecinos habrán estudiado al detalle los mapas buzoneados por el Ayuntamiento para ver qué les tocaba al lado de casa.

M.B.: Claro. Todos somos egoístas.

E.G.: Y, sin embargo, desde la asociación hemos conseguido llegar a gente que no va a tener un edificio enfrente, pero que sí se verán afectados si sus hijos ya no pueden ir a la ikastola que estaba prevista o tienen que cruzar cuatro carreteras hasta llegar a un campo de fútbol... La gente tiene que ver qué hay detrás de este plan.

La lección clara es que ser vecinos de una zona en expansión les deja más expuestos a posibles cambios.

E.G.: La sensación de los vecinos es de engaño. Porque siguen vendiéndose casas y realizándose sorteos, pero no se advierte a los compradores de que esos servicios planificados desaparecerán para ser viviendas. Y estamos hablando de la inversión más grande de la vida de estas personas.

El equipo de gobierno ha justificado los cambios en el planeamientos afirmando que hay que evitar el modelo Lakua, de amplias zonas, pocos comercios... ¿Los vecinos de Salburua sienten que su barrio está mal diseñado?

E.G.: Nuestra principal preocupación es por qué un planeamiento que aún no ha terminado de desarrollarse quiere cambiarse en tan poco tiempo. Nadie lo entiende.

M.B.: Es que no es una revisión del Plan General. Lo que se obtiene es uno nuevo, y un barrio completamente diferente.

Los grupos municipales, en cualquier caso, están de acuerdo en torno a la redensificación.

M.B.: En lo grueso, nosotros también estamos de acuerdo: no hay que ocupar más terreno. Pero en lo que no estamos de acuerdo es en cómo lo han planteado, con precipitación y a espaldas de los ciudadanos.

Pese a todo, el alcalde afirmó que ha vuelto de Bruselas con la convicción de que la redensificación debe realizarse.

E.G.: El alcalde volvió de Bruselas con una euforia desmesurada. No sé si en ese foro dijo que quería construir más viviendas de las que necesita la ciudad...

M.B.: Quiere hacer una ciudad sostenible basada sólo en el ladrillo.

Estamos a un año de las elecciones. ¿Eso puede ayudar a las reivindicaciones de Salburua Bizirik?

E.G.: Eso da un poco de pena. Los grupos, incluso el equipo de gobierno, dicen que entienden las quejas de los vecinos, pero a la hora de la verdad no hacen nada para respaldar esas palabras.

M.B.: Los políticos quieren vender que lo que hacen con este plan es para el bienestar de la ciudad. No es cierto.